La palabra nos exhorta constantemente a permanecer en Dios, en su palabra esta la fuerza que necesitamos, la proveniente de nuestro salvador. Llega un momento, en que nuestra fuerza no bastara, pero siendo él nuestro protector la renovará, nos animara a continuar y no abandonar. En los siguientes versículos nos daremos cuenta de que su consolación y ánimo todo lo logra.
Mejores Versículos en la Biblia sobre Exhortación:
Josué 1:9
Recordemos, que ante cualquier suceso que se nos presente tenemos un Dios que siempre está cuidándonos, la palabra está instándonos a que seamos fuertes y seguros. A lo largo de las escrituras, se convence a numerosas personas para que se acerquen a Dios asegurando así su victoria sin importar la dificultad.
Salmo 23:4
Dios nos guía a lo largo de toda nuestra vida, él ha pavimentado nuestro camino con momentos buenos y malos que son necesarios para fortalecernos en él. Si bien nos gustaría que no pasáramos por momentos difíciles, es algo que ocurrirá, pero no debemos de temer a estas pruebas porque nuestro Señor siempre nos acompaña.
Isaías 40:31
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Tenemos que animarnos siempre a confiar en Dios, él es un Dios fiel que no abandona sus hijos, a los que vivamos en él nunca nos vencerán. Pese a las pruebas que pasemos no nos vamos a agotar ni el mal podrá vencernos porque el Señor siempre estará renovando nuestras fuerzas.
Isaías 43:2
Pasaremos por muchas dificultades las cuales nos van a fortalecer, pero a su vez nos darán preocupaciones y quizás tristeza, sin embargo, tenemos que mantener la calma. Recordando que pese a todo vivimos en el Señor y poseemos su paz inagotable con la cual y junto a Dios podremos superarlo todo.
Isaías 51:12
No puede haber nadie más que nos aliente y de ánimos como Dios, siempre nos recuerda que somos sus hijos y no debemos alejarnos de él. El Señor es nuestra fuente de consolación inagotable que le va a recordar siempre a sus hijos que no tenemos que sentir miedo de nada o de nadie.
Lucas 12:6-7
De que tenemos que preocuparnos en nuestra vida si Dios protege hasta el animalito más pequeño de esta tierra, no se olvida de él y le brinda fuerzas. Animémonos en estar al lado de nuestro Dios, ya que si se preocupa por la vida silvestre, nosotros sus hijos estamos resguardados de cualquier mal.
1 Corintios 15:58
Entre nosotros mismos debemos alentarnos en seguir aprendiendo de la palabra de Dios y poniéndola en práctica cada día, porque eso brindara sus frutos al final. ¿Acaso la vida eterna no es suficiente bendición para un creyente que confió su vida a Cristo? Así pues, mantengámonos siempre en el camino de Dios.
1 Corintios 6:18-19
La palabra si bien nos alienta a realizar algunos actos que son de Dios, también nos exhorta para que no realicemos actos que van en contra de él. Tengamos en cuenta que al aceptar a Dios en nuestra vida, se quedó viviendo en nuestros corazones y lo menos que quiere es vernos cometer pecados.
1 tesalonicenses 5:14-15
Lo primero que debemos desarrollar en nosotros es la capacidad de hacer el bien en nuestros semejantes, la palabra constantemente nos lleva a realizar esas acciones. A su vez, debemos impulsar a otros a que sigan esos actos y se ayuden entre todos, creciendo como hermanos.
2 Corintios 9:5-6
Debemos ser generosos con nuestros semejantes, la palabra nos explica que no solo se trata de serlo sino de tener esas acciones de corazón. Se refiere a que no lo hagamos por las razones incorrectas, no para llamar la atención o que los demás ven nuestras buenas acciones. Al hacer cosas por otro en nuestro corazón debe haber alegría, siendo una demostración del amor que nos tenemos.
2 Timoteo 4:2-3
Somos puestos en alerta de que debemos acercar a otros a la vida del Señor, teniendo que cuidarnos de que los deseos puedan llevarnos a la tentación. Exhortemos a otros en no caer al pecado y en enseñar a que solo un camino es el correcto.