A lo largo de nuestra vida se nos presentan pruebas que tendremos que superar para hacer crecer nuestra fe. La firmeza en nuestra relación con Dios es determinante para la victoria en cada caso. Nuestro Padre Celestial nos dará la fuerza necesaria al vernos firmes en sus enseñanzas y sin abandonarnos nunca.
Mejores Versículos en la Biblia sobre Firmeza:
2 Pedro 1:10-11
“Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás, y se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. (2 Pedro 1:10-11)
Tenemos la tarea de afianzarnos en las enseñanzas de Dios y seguirlas siempre, desde el momento en que fuimos creados él puso toda su confianza en nosotros. Por esa razón, nuestro foco debe estar en fortalecer nuestra fe, dándonos así su fuerza para resistir cualquier tentación y siendo dignos de entrar en su reino.
Hechos 26:22-23
“Pero Dios me ha ayudado hasta hoy, y así me mantengo firme, testificando a grandes y pequeños. No he dicho sino lo que los profetas y Moisés ya dijeron que sucedería: que el Cristo padecería y que, siendo el primero en resucitar, proclamaría la luz a su propio pueblo y a los gentiles”. (Hechos 26:22-23)
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La consecuencia directa de seguir el camino de Dios es la fuerza y la firmeza que nos proporcionará el mantenernos en pie ante cualquier cosa. Él es nuestro apoyo, a medida que nos reforcemos con su verdad nos dará cada vez más razones para seguirlo.
1 Corintios 15: 1-2
“Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano”. (1 Corintios 15: 1-2)
La biblia nos recuerda que la verdad que recibimos cuando aceptamos al Señor es la única que nos dará la fuerza necesaria para resistir y ser salvados. Debemos mantenernos desbordados de la palabra porque los únicos que entrarán en el reino de Dios son los fieles creyentes.
Filipenses 1:27
“Pase lo que pase, compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo. De este modo, ya sea que vaya a verlos o que, estando ausente, sólo tenga noticias de ustedes, sabré que siguen firmes en un mismo propósito, luchando unánimes por la fe del evangelio”. (Filipenses 1:27)
Sin importar las circunstancias somos hijos del altísimo y debemos actuar conforme a su palabra, siendo un buen ejemplo de todo lo que enseña. El mantenernos firmes en nuestra fe es esencial para tener la fortaleza necesaria y no decaer en nuestro propósito.
1 Pedro 5:10
“Y después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables”. (1 Pedro 5:10)
Nuestra fuerza con el tiempo se agota al estar superando las pruebas que son necesarias para que nuestra fe se fortalezca y nos afiancemos en el camino correcto. Pero no tenemos que temer a quedarnos sin nada, porque Dios nos va a estar esperando al final de ese escalón para renovarnos y poder continuar.
Santiago 5:11
“En verdad, consideramos dichosos a los que perseveraron. Ustedes han oído hablar de la perseverancia de Job, y han visto lo que al final le dio el Señor. Es que el Señor es muy compasivo y misericordioso”. (Santiago 5:11)
El ser paciente siempre ha traído consecuencias positivas, pese a todo lo que hayamos vivido y lo que nos toque afrontar debemos perseverar en nuestro objetivo. El seguir la palabra sin importar el sufrimiento que afrontemos solo nos va a traer bendiciones por parte del Señor.
Isaías 54:10
“Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, -dice el SEÑOR, que de ti se compadece-”. (Isaías 54:10)
Lo bueno de vivir en Dios es que nunca nos sentiremos solos, debemos guardar la calma y esperar seguros que se haga su voluntad. Podemos sentir que en muchas ocasiones se nos viene el mundo encima y aunque puedan tirarnos abajo, recordemos que nuestro Señor siempre nos levantará.
Salmos 143:8
“Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma”. (Salmos 143:8)
Confiemos a Dios todo lo que hacemos, no debemos dudar ni por un momento el camino que sigamos porque él nos está guiando. Enfocando nuestra fe en el altísimo es la única forma de ser un vencedor cada día, él nunca nos fallará.
Colosenses 1:23
“Con tal de que se mantengan firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio. Este es el evangelio que ustedes oyeron y que ha sido proclamado en toda la creación debajo del cielo, y del que yo, Pablo, he llegado a ser servidor”. (Colosenses 1:23)
El único sendero es el que ofrece nuestro Señor, sin dudar debemos mantenernos fuertes y direccionados con lo que hemos aprendido de las escrituras. Aplicando todo esto y sin vacilar ni por un momento es la manera en que el enemigo nunca nos podrá alejar de Dios.
2 Corintios 1:7
“Firme es la esperanza que tenemos en cuanto a ustedes, porque sabemos que así como participan de nuestros sufrimientos, así también participan de nuestro consuelo”. (2 Corintios 1:7)
Todos somos hermanos en Cristo, el apoyarnos en los momentos malos y buenos es algo esencial para reforzar nuestros lazos en la fe del Señor. Tenemos constantemente que ayudarnos los unos a los otros para superar juntos los momentos difíciles que se nos presenten.
2 Pedro 3:17
“Así que ustedes, queridos hermanos, puesto que ya saben esto de antemano, manténganse alerta, no sea que, arrastrados por el error de esos libertinos, pierdan la estabilidad y caigan”. (2 Pedro 3:17)
Al conocer la verdad de Dios y practicarla constantemente debemos tener cuidado de las personas con las que nos relacionamos. Pueden haber casos de individuos que se nos acerquen en momentos de descuido para hacernos pecar, por ello debemos mantenerlos alerta y firmes en nuestro propósito.