Para nuestro señor que vive en el reino de los cielos, es muy difícil pensar en nuestra propia enfermedad. Él ve la decidía de una patología, como un problema malévolo, el cual salió de la penumbra debajo de la tierra. Nuestro Dios nos ha prometido mantenernos sanos y salvos, ante cualquier cosa negativa presentada ante nuestros ojos o nuestro cuerpo. La creación de Dios es perfecta y no puede ser profanada por enfermedades.
En el reino más arriba de las nubes, Cristo todos los días nos mira con una lupa y verifica el estado de salud de cada uno. Puede parecer muy difícil, pero quien enferma y le reza a Dios, fácilmente se curará. Él es un símbolo de sanidad, de vida tranquila y de capacidad para poder estar en paz. Cuando una persona se encuentra bajo los efectos de una enfermedad, significa que necesita la mano bendecida de Dios.
Mejores versículos de la Biblia sobre Sanidad:
Éxodo 23:25
“Ustedes servirán al Señor, su Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ti las enfermedades”. (Éxodo 23:25)
Dios ha demostrado por muchos años ser un ser benevolente capaz de acabar con cualquier maldad dentro del universo. Quien ha eliminado la enfermedad de los más necesitados y ha puesto a caminar a los inválidos. Nuestro señor, lo único que pide a cambio es devoción por su existencia, venerarlo como el Dios que es y agradecerle sobre todas las cosas, respetarlo y amarlo.
Malaquías 4:2
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“Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos”. (Malaquías 4:2)
Para todos los creyentes de Dios, que siempre rezan antes de irse a dormir y al despertar, es importante conocer el plan que tiene él para ustedes. Dios les ha otorgado la bendición de dejarlos libres en el pasto de la paz, con el sol brillante de la sanidad. Los mantendrá libres de lo malo en este mundo y les permitirá estar sanos y salvos siempre. Puede resultar llamativo, pero es solo una parte de lo que Dios da a cambio de creer en él.
Salmo 107:20
“Envió su palabra y los sanó, salvó sus vidas del sepulcro”. (Salmo 107:20)
Siempre se ha tenido la creencia de la capacidad de Dios de sanar hasta la peor enfermedad, apartar la peste de la bendición llamada vida y otorgarles tranquilidad a sus hijos. Cada quien siempre será libre de tomar sus decisiones, pero el único ser capaz de librarlos del sepulcro será nuestro querido Dios, por ello hay que orar todos los días y agradecerle.
Salmo 146:8
“Abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados”. (Salmo 146:8)
Se tiene conocimiento que el poder de Cristo es tan impresionante, que no hay ninguna barrera capaz de separar la sanidad con su poder. No importa que tan fuerte sea la marea o que tan fuerte caiga la lluvia, Dios sacará del pozo de enfermedades a todos cuándo se lo pidan. Nuestro rey de los cielos ha sanado ojos ciegos, para que puedan ver la belleza de su creación, y ha puesto la vista en frente de los encorvados, para disfrutar de la vida.
Lucas 10:9
“Curen a sus enfermos y digan a la gente: «El Reino de Dios está cerca de ustedes”. (Lucas 10:9)
Entre todos los mandamientos de Jesús, él ha dicho muchas veces que quienes son capaces de curar a sus enfermos, cumpliendo la labor del propio Dios, estarán más cerca de él. Los doctores, enfermeras y todo personal de salud, dedicado a salvar vidas, siempre será protegido por dios ante todo mal del universo.
Jeremías 30:17
“Sí, yo cicatrizaré tu llaga y te sanaré de todas tus heridas –oráculo del Señor– porque te llaman «La Expulsada, esa Sión, de la que nadie se preocupa»”. (Jeremías 30:17)
Dios protegerá a los más necesitados sin importar la clase, ni el color, tampoco el estrato social. A quienes han sido abandonados dentro de la desidia y tristeza, Cristo los rescata y los resguarda bajo su manto, para que puedan vivir en paz el resto de su vida. Enfermedades de tipo terminal, no son obstáculos para Jesús, él puede con todo.
Lucas 6:19
“Y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos”. (Lucas 6:19)
El señor de los cielos es tan poderoso como para con solo el hecho de tocarlo, podrás solucionar todos tus problemas de salud. Él ha sido capaz de transformar hasta los peores heridos en imágenes limpias de un humano.
Isaías 33:2
“Señor, ten piedad de nosotros, nosotros esperamos en ti. Sé nuestro brazo cada mañana y nuestra salvación en el tiempo de la angustia”. (Isaías 33:2)
Mientras le pidas a diario a Dios la salvación de ti y tu familia, tenlo por seguro que ocurrirá. Dios se preocupa más por las personas de corazón puro, las cuales no hacen daño a la sociedad y se preocupan por el bien común.
Isaías 40:29
“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”. (Isaías 40:29)
Cuando estés esforzándote en cumplir una meta muy difícil y estés a medio camino sufriendo por sentir que no puedes más, recuerda la presencia de Dios. El señor te devolverá las fuerzas para poder alcanzar la meta tan lejana.
Salmo 147:3
“Sana a los que están afligidos y les venda las heridas”. (Salmo 147:3)
En esos momentos, cuándo has sido herido fuertemente y temas por tu vida, solo piensa en la cara de nuestro Dios. Él escuchará tus plegarias y bajará hacia donde te encuentras, para curarte y protegerte del mal que asecha por tu vida.
Filipenses 4:19
“Dios colmará con magnificencia todas las necesidades de ustedes, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)
La sanidad de tu pertenencia es más importante para Dios que para ti mismo. Él ha escrito para ti una misión en su libro celestial, la cual debes cumplir, quizás no la conozcas aún, pero tu futuro está escrito para ella. Jesús se preocupará por mantenerte sano, contad, cumplas todas las metas por las cuales fuiste creado.