Escucha el capítulo completo: 🔊Volver al libro IsaíasCapítulo Anterior|Capítulo SiguienteLee el Capítulo 66 de Isaías y pulsa sobre cada versículo para ver su explicación.
Lectura y Explicación del Capítulo 66 de Isaías:
1 Jehová ha dicho: «El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies. ¿Dónde está la casa que me habréis de edificar? ¿Dónde el lugar de mi reposo?
2 Mi mano hizo todas estas cosas, así todas ellas llegaron a ser», dice Jehová. «Pero yo miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu y que tiembla a mi palabra.
3 El que sacrifica bueyes como si matara a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollara a un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciera sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijera a un ídolo. Pues porque escogieron sus propios caminos y su alma amó sus abominaciones,
4 también yo escogeré para ellos desgracias y traeré sobre ellos lo que temen; porque llamé, pero nadie respondió; hablé, pero no escucharon, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos y escogieron lo que no me agrada».
5 Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: «Vuestros hermanos que os aborrecen y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: «¡Sea Jehová glorificado y veamos nosotros vuestra alegría!» Pero ellos serán avergonzados.
6 ¡Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos!
7 ¡Antes que estuviera de parto, dio a luz; antes que le vinieran dolores, dio a luz un hijo!
8 ¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una sola vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz a sus hijos.
9 Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer?», dice Jehová. «Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento?» dice tu Dios.
10 Alegraos con Jerusalén, gozaos con ella todos los que la amáis; llenaos de gozo con ella todos los que os enlutáis por ella,
11 para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones, para que bebáis y os deleitéis con la plenitud de su gloria».
12 Porque así dice Jehová: «He aquí que yo extiendo sobre ella la paz como un río y las riquezas de las naciones como un torrente que se desborda; y mamaréis, en los brazos seréis traídos y sobre las rodillas seréis mimados.
13 Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén recibiréis consuelo».
14 Lo veréis y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba. La mano de Jehová para con sus siervos se dará a conocer y se enojará contra sus enemigos.
15 Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego y sus carros como un torbellino, para descargar su ira con furor y su reprensión con llama de fuego.
16 Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos por Jehová serán multiplicados.
17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, y los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados», ha dicho Jehová.
18 Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas: vendrán y verán mi gloria.
19 Pondré entre ellos una señal y enviaré a los sobrevivientes de ellos a las naciones: a Tarsis, a Fut y a Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no han oído de mí ni han visto mi gloria. Y publicarán mi gloria entre las naciones.
20 Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, como una ofrenda para Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén», dice Jehová, «al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová.
21 Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas», dice Jehová.
22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí», dice Jehová, «así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.
23 Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí», dice Jehová.
24 Saldrán y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá ni su fuego se apagará. Y serán abominables para todo ser humano».
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Estudio y Comentario Bíblico de Isaías 66