¿Qué mejor manera de empezar el día que orando? ¿Qué mejor manera que terminar el día que orando? ¿Qué mejor manera de enriquecer tu alma que orando? Si estás triste, feliz o molesto, te invito a hacer una oración. Una oración con verdadera fe será escuchada por Dios.
Suele suceder que olvidamos orar. Hay personas que van a misa todos los domingos, pero no oran en su día a día. No es cuestión de solo ir a misa, también es muy importante orar diariamente. A continuación podrás leer 11 versículos de oración, esperando que te sirvan de ayuda al momento de retomar tus oraciones.
Mejores Versículos de la Biblia sobre Oración:
Mateo 7:7-8
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá”. (Mateo 7:7-8)
No es cuestión de orar por hacer una petición. Es buscar lo que deseas. No es cuestión de pedir y esperar todo se dé por sí solo. Muévete. Lucha. Dios te acompañará en todo momento para ayudarte a cumplir eso que deseas, pero no esperes se cumplan tus peticiones sin hacer nada por tu cuenta.
Lucas 11:2
Tienes dudas? pregunta aquí:
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“Y les dijo: Cuando orareis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos; sea tu nombre santificado. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. (Lucas 11:2)
Si no sabes cómo empezar tus oraciones, este es el versículo que necesitabas leer. Inicia tus oraciones con un padre nuestro, un ave maría o un credo. Verás cómo luego iras sintiendo paz en tu alma.
Mateo 6:5
“Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago”. (Mateo 6:5)
No ores por orar, no ores sin fe, no ores por obligación, porque nuestro Señor lo sabrá. Ora de corazón. Ora por los buenos, por los malos, por tu familia, por tus amigos y por todos tus seres queridos. Ora porque sabes que lo necesitas, porque es algo que te hace sentir mejor y te ayuda a calmar tus angustias.
Santiago 5:16
“Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho”. (Santiago 5:16)
Si sabes que cometiste con error con alguien más o lo heriste con tus palabras, reconócelo y pide perdón. Si sientes alguien más cometió un error, habla con esa persona y trata de hacerla entrar en razón. Ora por ti para no volver a cometer esos errores y ora por ellos para que pidan perdón y no repitan esos errores.
2 Crónicas 7:14
“Si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”. (2 Crónicas 7:14).
En algún momento hemos pecado. No pienses que eres perfecto y que nunca has pecado, y no creas que si pecaste ya no irás al reino de los cielos. Arrepiéntete de tus pecados de corazón y busca el perdón de Señor a través de la oración. Pero no solo pidas perdón para sentirte mejor contigo mismo. Pide perdón y no vuelvas a cometer esos pecados. Dios nos mira a todos con ojos de amor pero también es justo.
Salmos 34:17
“Clamaron los justos, y el Señor los oyó; los libró de todas sus angustias”. (Salmos 34:17)
¿Estás angustiado? ¿Tienes ataques de pánico o ansiedad? ¿Te sientes preocupado? Ora. No hay una mejor manera de acabar con nuestras angustias que orando. Pídele a Dios que te libre de esos sentimientos y confía en su infinito poder y en que te ayudará a sobrellevar cualquier situación.
Jeremías 29:12-13
“Entonces ustedes me pedirán en oración que los ayude, y yo atenderé sus peticiones. Cuando ustedes me busquen, me hallarán, si me buscan de todo corazón”. (Jeremías 29:12-13)
Si tus oraciones son hechas de corazón y con fe, Dios las oirá. Él cumplirá tus peticiones, calmara tus angustias y resolverá tus problemas a través de ti. Pero como se dijo en uno de los versículos anterior, no te quedes estancado sin hacer nada. Lucha para que con su ayuda cumplas los deseos de tu corazón.
Jonás 2:2
“Señor, en mi angustia te invoqué, y tú me oíste. Desde el fondo del abismo clamé a ti, y tú escuchaste mi voz” (Jon 2:2)
Cuando tengas un problema grave, no creas que no se solucionará. Eso que hoy tanto te angustia, no creas que siempre te hará sentir de esa manera. Aunque estés pasando uno de los momentos más difíciles de tu vida, nunca desistas. Este versículo te confirma que cuando oras con fe Dios te escucha.
Mateo 21:22
“Si ustedes creen, todo lo que pidan en oración lo recibirán”. (Mateo 21:22)
¿De verdad crees en Dios? ¿Estás orando porque de verdad crees en él y en su poder, o porque estas recurriendo a él como última alternativa? Antes de iniciar cualquier oración, respóndete esas preguntas.
Santiago 5:16
“Confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es muy poderosa y efectiva”. (Santiago 5:16)
No solo oremos por nosotros y nuestro bienestar. Oremos por nuestros hermanos, familiares, seres queridos y el prójimo. Oremos porque todos alcancemos la felicidad plena y la fortaleza para vencer cualquier adversidad.
1 Juan 3:22
“Y recibiremos de él todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos, y hacemos las cosas que le son agradables”. (1 Juan 3:22)
Es cierto que Dios te está escuchando, pero también es cierto que él te está observando. Él sabe si estas cumpliendo o no con sus mandamientos, por ello antes de pedirle algo pregúntate: ¿estoy cumpliendo los mandamientos del Señor? ¿Merezco que me cumpla esta petición?