Encontrar a una persona con la que podamos compartir el resto de nuestros días y tener hijos es tan importante como encontrar amigos. Un buen amigo va más allá de una simple amistad, muchas veces se llegan a convertir en familia. Un buen amigo es aquella persona que te escucha, te apoya, te aconseja y está contigo en tus momentos más difíciles. No a cualquiera se le puede llamar amigo y has de aprender a elegirlos.
Llegamos a pensar que un amigo puede ser únicamente una persona que conocimos por fuera de nuestro núcleo familiar, pero no necesariamente. Tu amigo puede ser tu mamá o tu papá, algún familiar o hasta tu pareja. Dejemos de pensar que no podemos construir una amistad sincera con nuestros familiares. Te invito a aprender más acerca de la amistad y su valor al leer los siguientes versículos.
Mejores Versículos de la Biblia sobre los Amigos:
Proverbios 17:17
“El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano”. (Proverbios 17:17)
Un buen amigo te aceptará tal como eres y te dirá cuando estás cometiendo un error. Siempre buscará orientarte y alejarte del pecado. Un buen amigo siempre te amará y te ayudará a mantenerte fuerte ante las adversidades.
Proverbios 13:20
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“Quien se junta con sabios, sabio se vuelve; quien se junta con necios, acaba mal”. (Proverbios 13:20)
Tienes que aprender a elegir a tus amigos. “Dime con quien te juntas y te diré quién eres” Un dicho muy cierto y que siempre hemos de recordar. No pienses que puedes cambiar a las personas ya que solo van a cambiar si así lo desean. No me refiero a que no ayudes a tu prójimo, pero mira bien tus juntas y pasa tiempo con personas que te ayuden a crecer tanto espiritualmente como intelectualmente.
1 Samuel 18:1
“Después de que David terminó de hablar con Saúl, sucedió que Jonatán se encariñó con David y lo quiso como a sí mismo”. (1 Samuel 18:1)
Qué bonito es conseguir una amistad verdadera y una persona que sabes que pase lo que pase, siempre te amará y estará contigo. Una amistad verdadera crea un lazo tan fuerte, que llegas a amar a esa persona como a ti mismo. Valora a tus amistades y nunca las defraudes.
Job 42:10
“Después de que Job rogó por sus amigos, el Señor sanó también la aflicción de Job y aumentó al doble todo lo que Job había tenido”. (Job 42:10)
No solo oremos por nosotros y nuestros familiares, también oremos por nuestros amigos. Pidámosle a Dios por ellos para que alcancen la felicidad plena. No olvides a tus amigos en tus oraciones.
Proverbios 19:4
“Las riquezas atraen a muchos amigos, pero del pobre hasta sus amigos se apartan”. (Proverbios 19:4)
Un verdadero amigo te acompañara en la pobreza y en la riqueza. Un buen amigo no se fijará en tus bienes materiales, se fijará en tu esencia y solo querrá de ti tu amistad y tu apoyo incondicional. Aparta de ti aquellas personas que se alejan cuando estás atravesando una situación económica difícil.
Proverbios 19:6
“Muchos imploran el favor del generoso; todos son amigos del hombre que da regalos”. (Proverbios 19:6)
Es fácil que el rico que siempre da obsequios consiga amigos pero, ¿consideras esas amistades son verdaderas? ¿Consideras que serán un apoyo para él cuando lo necesite? ¿Piensas que una amistad se puede comprar con cosas materiales? No lo creo. No está bien construir una amistad a base de regalos.
Proverbios 22:11
“El rey ama y brinda su amistad al hombre de corazón puro y labios amables”. (Proverbios 22:11)
Para que una amistad sea verdadera, los involucrados no tienen que tener el mismo status social o compartir siempre los mismos intereses. Las amistades verdaderas van más allá de cualquier bien material, lo importante es querer a tu amigo de todo corazón y velar por su felicidad.
Santiago 4:4
“¡Ay, gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Todo aquel que quiera ser amigo del mundo, se declara enemigo de Dios”. (Santiago 4:4)
Elige sabiamente a tus amigos y los lugares donde pasas la mayor parte de tu tiempo. No creas que cualquier amistad será bendecida por Dios. Las amistades donde se vea el pecado y el adulterio, no serán aprobadas por nuestro Señor.
Zacarías 13:6
“Le preguntarán: ‘¿Qué heridas son estas en tus manos?’. Y él responderá: ‘Con ellas fui herido en la casa de mis amigos’”. (Zacarías 13:6)
Muchas veces creemos que nuestras amistades son verdaderas, cuando la realidad es otra. Hay personas que no valoran a sus amigos y actúan de tal manera sin importar si les hacen daño o no. No guardes rencor por esas amistades que te hicieron daño en su momento, perdónalos y sigue adelante. No te cierres a nuevas amistades, no todas las personas son iguales.
Eclesiastés 4:9-10
“La verdad, «más valen dos que uno», porque sacan más provecho de lo que hacen. Además, si uno de ellos se tropieza, el otro puede levantarlo. Pero ¡pobre del que cae y no tiene quien lo ayude a levantarse!”. (Eclesiastés 4:9-10)
Es más fácil salir de situaciones difícil y mantener la fortaleza, cuando tienes el apoyo y la compañía de amigos. No seas una persona solitaria, no te quedes solo y sin amigos. Los problemas serán más fácil sobrellevarlos tienes a alguien que te diga “¡Si puedes salir de esto!” “¡Si lo vas a lograr!” “Ya verás que encontrarás una solución”.
1 Corintios 15:33
“¡No se dejen engañar! Bien dice el dicho, que «Las malas amistades echan a perder las buenas costumbres.»”. (1 Corintios 15:33)
No dejes de leer la palabra de Dios. Una persona que te aleje de la palabra de nuestro Señor y te invite a cometer pecados, nunca podrá ser un buen amigo. Aleja a esas personas que te incitan al mal. Confía en tus instintos y aprende a diferenciar el mal del bien. Aprende a diferenciar a una persona con potencial para ser tu amigo de una sin potencial.
