En ocasiones, creemos que nada vale la pena. Es difícil creer en un Dios supremo cuando no tenemos ánimo ni siquiera para levantarnos de la cama. Sin embargo, es justo en ese momento cuando debemos buscar la ayuda de nuestro padre celestial y leer sus escrituras. Existen muchos versículos de la biblia sobre ánimo, y en esta ocasión queremos presentártelos.
Al leerlos, es seguro que recobrarás la fe y la esperanza. Jamás dejes de lado tu amor por Jesús porque él siempre está presente en cada día de tu vida, y en cada paso que das. De eso jamás debes tener dudas.
Mejores Versículos de la Biblia sobre Animo:
1 Juan 5:4
“Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe”. (1 Juan 5:4)
Aunque a veces creas que tu fuerza no es suprema, ten por seguro que hay un Dios que siempre está a tu lado para ayudarte a vencer. Si pones tu fe y tu creencia sobre Jesucristo, no habrá nada más poderoso que la fe para enfrentar cualquier situación complicada de tu vida.
Dios declaró grandeza y bendiciones sobre todos sus hijos, y créelo, tú no serás la excepción. Aférrate a esa creencia.
Apocalipsis 7:16-17
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“No volverás a tener hambre ni sed, ni les hará daño el sol ni el calor los molestará, porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los llevará a fuentes de agua de vida, y Dios mismo secará de sus ojos toda lágrima”. (Apocalipsis 7:16-7)
¿Te sientes desanimado y desamparado? El Cordero divino te pastoreará hacia los brazos de Dios, tu padre celestial. Solamente él sabrá cómo secar las lágrimas de tu corazón para acercarte a su promesa. De su lado no habrá más dolor, ni más tristezas. En él encontrarás tu verdad.
Juan 16:33
“Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrá aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33)
Bajo una gran fe divina tenemos seguridad de la paz que Dios representa y que es capaz de regalar. Tal como lo menciona en el versículo, en el mundo impuro solo se encuentra aflicción, pero de su lado se encuentran los sentimientos más puros y de bienestar. Él ha vencido al mundo para cuidar a todos sus hijos, es decir, a ti y a todos nosotros.
Romanos 8:31
“¿Qué más podemos decir? Que, si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros”. (Romanos 8:31)
No desistas, no pierdas el ánimo ni las ganas de luchar. Dios siempre está de nuestro lado, especialmente cuando hacemos las cosas bien. Pero no olvides que ni siquiera él se encarga de juzgar porque todos somos sus hijos. Como padre, nos cuida del mal para que nadie esté en nuestra contra.
Romanos 8:37
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. (Romanos 8:37)
Insistiendo en que Dios es nuestro padre protector, este versículo habla sobre lo vencedores que somos y seremos eternamente por quien nos amó y nos sigue amando hasta nuestro último día. No hay que perder la fe jamás, ni tampoco el ánimo. El propósito divino es llevarnos por el buen camino, donde reine la paz en nuestro corazón y dejemos de sentirnos solos.
Isaías 51:12
“Yo mismo soy su consolador. ¿Quién eres tú para tener miedo de hombres mortales, que son como la paja?”. (Isaías 51:12)
Temer a un mortal es no creerle a Dios. Su promesa se mantiene y se mantendrá en el tiempo porque solamente él será quien nos cuide y nos consuele en todo momento. ¿Quién contra nosotros? Si estamos junto a él, nada pasará.
Jeremías 1:8
“No temas delante de nadie, porque yo estoy contigo y te pondré a salvo. Dice el señor”. (Jeremías 1:8)
Jesucristo prometió cuidarnos y protegernos de todo mal. Por eso, no podemos perder el ánimo, porque él está con nosotros y nos protege en cada momento. El Dios supremo guía nuestro camino para que nada nos perturbe ni nos haga salirnos de nuestros ideales.
Mateo 11:28
“Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo les haré descansar”. (Mateo 11:28)
En la biblia hay mucha presencia de metáfora, y este versículo no es la excepción. Sin embargo, si lo tomas literal, es normal. Actualmente, vivimos cansados física y mentalmente por el ritmo de vida que se nos obliga a seguir para poder salir hacia delante. En esos momentos cuando sentimos que no podemos más, Dios está para salvarnos y ayudarnos.
Junto a él podremos sentir que nada estará mal, que los momentos difíciles solo son eso, momentos. Aunque el camino sea largo y retador, la recompensa divina siempre será el resultado más alentador.
Timoteo 6:12
“Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos”. (Timoteo 6:12)
El ánimo no solo viene de las bonitas palabras, sino de la fe que declaramos delante de muchos e incluso cuando estamos en soledad. Mantente firme con tu fe porque fuiste llamado por un Dios que jamás abandona.
Isaías 41:10
“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”. (Isaías 41:10)
Incluso en tus peores momentos, no debes angustiarte porque hay un Dios que, aunque no ves, siempre está allí, junto a ti. Él será tu sostén en los peores momentos, pero en los buenos también estará para celebrarte.
Nahum 1:7
“Bueno es el señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían”. (Naum 1:7)
Hay un dicho popular que dice: “A Dios no hay que entenderlo, hay que creerle”, y nada más cierto. Si pones toda tu confianza en él, tus sentimientos de desanimo y soledad desaparecerán. Deshazte de esa angustia que te carcome, poniendo tu esperanza en tu padre celestial.