Explicación de Juan 8:4

Escucha el capítulo completo: 🔊

Volver al Libro Juan

Versículo Anterior | Versículo Siguiente

Estudio del Versículo 4, Capítulo 8, Libro de Juan del Nuevo Testamento de la Biblia. Autoría: Juan.

Versículo Juan 8:4 en la Biblia

‘y en la Ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?’

Juan 8:4

Versículo Anterior | Versículo Siguiente

Recomendado: Ver Versiculo Diario

¿Qué significa Juan 8:4?, su importancia y reflexiones que podemos aprender de este versículo:

Juan 8:4 - La ley de Moisés y la mujer adúltera

El versículo de la Biblia Juan 8:4 se encuentra en el contexto de una conversación entre Jesús y los líderes religiosos judíos en la ciudad de Jerusalén. Estos líderes trajeron a una mujer sorprendida en adulterio y la pusieron delante de Jesús, preguntando si ella debía ser apedreada, tal como lo establecía la ley de Moisés.

La ley de Moisés y el adulterio

Tienes dudas? pregunta aquí:

(o continúa leyendo)

Para entender completamente el contexto de este versículo, es importante conocer la ley de Moisés y su postura frente al adulterio. El adulterio, visto como una violación de los mandamientos de Dios, era considerado un pecado grave y en la ley de Moisés se estipulaba claramente que debía ser penado con la muerte por lapidación.

Esto significa que la pena máxima para el adulterio era la muerte. Esta ley fue establecida para proteger la santidad del matrimonio y para mantener la pureza del pueblo de Dios. Sin embargo, la aplicación de la ley también estaba sujeta a una serie de condiciones y situaciones específicas.

La reflexión de Jesús

Cuando los líderes religiosos judíos presentaron a la mujer adúltera a Jesús con la intención de probarlo, Jesús escribió algunas palabras en la tierra. Luego, él les respondió: "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella." (Juan 8:7)

La respuesta de Jesús sorprendió a muchos y dejó al descubierto la hipocresía de aquellos líderes que se decían defensores de la ley de Moisés. Jesús no desestimó la gravedad del pecado del adulterio, pero les recordó que ellos mismos eran pecadores y, por lo tanto, no estaban en posición de juzgar.

La misericordia de Jesús

Después de que los líderes religiosos se fueron uno por uno, Jesús se dirigió a la mujer adúltera y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están aquellos tus acusadores? ¿Ninguno te condenó?" (Juan 8:10). Ella le respondió que ninguno la había condenado y Jesús le dijo: "Ni yo te condeno; vete, y no peques más." (Juan 8:11)

La misericordia de Jesús hacia la mujer adúltera desafió las expectativas de la multitud y mostró su preocupación por el bienestar de aquellos que buscaban genuinamente el perdón y arrepentimiento. Su respuesta dejó en claro que Dios siempre está dispuesto a perdonar a aquellos que buscan su misericordia, incluso en el peor de los pecados.

Cómo podemos aplicar este pasaje en nuestra vida

La historia de la mujer adúltera presenta una lección valiosa para nosotros hoy en día. Jesús nos enseña que nadie es digno de lanzar la primera piedra y que, en lugar de buscar condenar, debemos ser compasivos y misericordiosos.

Además, este pasaje nos muestra que el perdón verdadero solo se encuentra en Cristo. Si somos sinceros con nuestra fe y nuestro arrepentimiento, podemos confiar en que Él nos perdonará y nos dará la fuerza para vivir una vida mejor. Debemos aprender a mostrar misericordia y seguir sus enseñanzas, no solo en nuestras relaciones con los demás, sino también en nuestra relación con Dios.

Preguntas frecuentes

¿La Ley de Moisés sigue siendo relevante hoy en día?

La ley de Moisés tenía el propósito de proteger y guiar al pueblo de Dios en su relación con Él. Aunque muchas de las exigencias de la ley perdieron su relevancia con la venida de Cristo, sus principios fundamentales, como el amor a Dios y al prójimo, siguen siendo relevantes hoy en día.

¿Cómo podemos perdonar a aquellos que nos han lastimado?

Perdonar a aquellos que nos han lastimado puede ser difícil, pero es esencial en nuestra vida como cristianos. Debemos recordar que el perdón no significa que lo que nos hicieron esté bien, sino que estamos eligiendo dejar ir el dolor y seguir adelante. También podemos orar por aquellos que nos han lastimado y presentarlos ante Dios para recibir sanación y perdón.

¿Qué debemos hacer si hemos cometido un pecado grave?

Si hemos cometido un pecado grave, debemos arrepentirnos con sinceridad y buscar el perdón de Dios. Debemos también tomar medidas prácticas para evitar volver a caer en la misma tentación. Finalmente, podemos buscar la ayuda de un consejero espiritual o un grupo de apoyo para ayudarnos en nuestro camino hacia la sanidad y la libertad.

Versículo Anterior | Versículo Siguiente

Qué quiere decir el Versículo 4 del capítulo 8 de Juan de la Biblia:

Versículo Anterior | Versículo Siguiente

descargar biblia en español en PDF online chat blíblico, asistente virtual para resolver dudas sobre los versículos de la biblia