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Significado, Estudio y Explicación del Versículo 36, Capítulo 19, Libro de Juan del Nuevo Testamento de la Biblia. Autor: Juan.
Versículo Juan 19:36 de la Biblia
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¿Qué significa Juan 19:36?, su importancia y que podemos conocer de este versículo:
Juan 19:36 y la cumplimiento de la escritura
El evangelio de Juan nos presenta uno de los momentos finales de la vida de Jesús, su crucifixión en el monte Calvario. Entre los detalles relevantes que se describen en ese momento, encontramos el que se menciona en el versículo 36 del capítulo 19. Allí se dice que lo sucedido con el cuerpo de Jesús en la cruz tenía el propósito de cumplir una profecía de la escritura, aquella que hablaba de que sus huesos no serían quebrados.
La profecía del hueso no quebrado
Para entender mejor lo que se menciona en Juan 19:36, es necesario retroceder en el tiempo y revisar algunas profecías que se habían mencionado en la escritura antes de que Jesús naciera. Una de las más relevantes se encuentra en el libro de los Números, capítulo 9, versículo 12:
Comerán el cordero en aquella noche, asado al fuego, y panes sin levadura con hierbas amargas lo comerán. No dejarán nada de él hasta la mañana, ni quebrantarán ningún hueso suyo; conforme a todo el rito de la pascua la celebrarán.
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En esta profecía, Dios estaba indicando que el pueblo de Israel debía celebrar la pascua sin quebrar los huesos del cordero que se utilizaba como sacrificio. Este mandato era una muestra de respeto hacia el sacrificio, y sobre todo, una demostración de que ese cordero era un tipo (una prefiguración) de lo que sucedería muchos siglos después con Jesús.
El cumplimiento de la Escritura en Jesús
El evangelista Juan, al mencionar la profecía del hueso no quebrado en relación a la crucifixión de Jesús, está haciendo referencia a que la muerte del Maestro fue un sacrificio perfecto. No solo murió como un cordero sin mancha, sino que se cumplió la profecía que hablaba de que sus huesos no serían quebrados. Esta última parte es relevante, porque en aquel tiempo era habitual que a los crucificados se les rompieran los huesos para acelerar su muerte. Sin embargo, cuando llegó el momento de quebrarle los huesos a Jesús, los soldados encontraron que ya estaba muerto.
En Juan 19:37, el evangelista continúa citando la escritura, esta vez refiriéndose a otra profecía, que se encuentra en el libro de Zacarías, capítulo 12, versículo 10:
Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
Esta profecía es una demostración más de cómo, a través de la escritura, Dios estaba anunciando la muerte de su hijo Jesús. Cuando Juan dice que estas cosas sucedieron para cumplir la escritura, está mostrando a los lectores que todo estaba planeado desde antes, que Jesús era el cordero de Dios que debía sacrificarse sin mancha y que su muerte tenía un propósito redentor.
Relevancia de Juan 19:36 para los cristianos
Para los cristianos, el versículo 36 del capítulo 19 de Juan es una muestra más de la perfección de Dios, de cómo todas las cosas se cumplen según su plan. Además, este pasaje es una importante demostración de que Jesús fue el Mesías esperado por Israel, anunciado en la escritura mucho antes de su llegada.
Este versículo también nos invita a reflexionar sobre la magnitud del sacrificio de Jesús en la cruz. No solo dio su vida, sino que su muerte y el cumplimiento de la profecía del hueso no quebrado muestran que él fue el sacrificio perfecto, el que quitó el pecado del mundo.
Aplicación del versículo en nuestra vida
Cada vez que leemos la biblia, podemos encontrar nuevas verdades y enseñanzas que nos ayudan en nuestra vida espiritual. Juan 19:36 es uno de esos versículos que nos invitan a reflexionar, a examinar nuestra fe y a recordar la perfección de Dios en medio de las situaciones difíciles. Podemos aplicar este versículo en nuestra vida orando para tener una fe más firme en la perfección del plan de Dios, y en recordar que Jesús fue el cordero de Dios que tomó sobre sí mismo nuestros pecados para darnos vida eterna.
Conclusión
El evangelio de Juan es una de las fuentes más ricas de información sobre la vida y obra de Jesucristo. En Juan 19:36, el evangelista nos muestra cómo la muerte de Jesús en la cruz estaba planificada desde antes de la fundación del mundo, y cómo el cumplimiento de la profecía del hueso no quebrado muestra la perfección del sacrificio del Maestro. Este versículo es una enseñanza más de que Dios tiene un plan perfecto y que podemos confiar en él en todo momento de nuestra vida.
Un Mensaje de Esperanza: Reflexión Corta
Al contemplar el sacrificio de Jesús y el cumplimiento perfecto de las profecías, encontramos un recordatorio poderoso de que cada detalle de nuestra vida está bajo el perfecto diseño de Dios. Su amor por nosotros es tan grande que incluso los momentos más oscuros pueden ser parte de un gran propósito. Al enfrentar desafíos, podemos aferrarnos a la certeza de que, al igual que en la crucifixión, hay una promesa de redención y esperanza en el camino que sigue. Que esta verdad nos llene de paz y confianza en su perfecta voluntad.
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