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Significado, Estudio y Explicación del Versículo 17, Capítulo 12, Libro de Juan del Nuevo Testamento de la Biblia. Autoría: Juan.
Versículo Juan 12:17
‘Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de los muertos.’
Juan 12:17
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¿Qué significa Juan 12:17?, la importancia y lecciones que podemos conocer en este versículo:
Juan 12:17 - El milagro de la resurrección de Lázaro.
La Biblia está llena de historias y relatos que nos enseñan importantes lecciones de vida y nos muestran el amor y el poder de Dios. Una de estas historias es la resurrección de Lázaro, un milagro que tuvo lugar en el tiempo de Jesús y es narrado en el libro de Juan en el capítulo 11. Este pasaje nos muestra no solo el poder de Jesús para hacer milagros, sino también su amor y compasión por la humanidad. En el versículo 17 del capítulo 12 de Juan, se hace referencia a este importante evento: "Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de los muertos".
El relato bíblico de la resurrección de Lázaro.
El capítulo 11 de Juan cuenta la historia de Lázaro, quien era un amigo cercano de Jesús. Lázaro había enfermado y falleció, y ya había sido enterrado en su tumba por cuatro días. Cuando Jesús llegó al lugar, las hermanas de Lázaro, María y Marta, le dijeron que su hermano había muerto. Jesús les aseguró que si creían en él, verían la gloria de Dios. Jesús fue a la tumba, y allí se encontró con la gente llorando, incluyendo a las hermanas de Lázaro. Jesús pidió que removieran la piedra que sellaba la entrada de la tumba, y luego oró a Dios Padre. Luego, gritó con voz fuerte: "¡Lázaro, ven fuera!", y Lázaro salió de la tumba vivo y bien.
El poder de Jesús para hacer milagros.
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Este milagro es un testimonio del gran poder de Jesús, el Hijo de Dios. Él tiene la capacidad de hacer milagros, de sanar las enfermedades y de levantar a los muertos de entre los muertos. Jesús es la manifestación del poder de Dios. A través de él, podemos entender que Dios tiene el poder de cambiar nuestras vidas y concedernos la vida eterna.
El amor y la compasión de Jesús.
El milagro de la resurrección de Lázaro también muestra el amor y la compasión de Jesús por la humanidad. Él sintió la tristeza y el dolor de la gente que lloraba la muerte de Lázaro y se conmovió. Ese amor y compasión son los mismos que Jesús tiene por todos nosotros. Él nos ama incondicionalmente y desea lo mejor para nosotros.
Aplicación en nuestra vida.
¿Cómo podemos aplicar este versículo de Juan en nuestra vida diaria? Jesús nos enseña que, al igual que él resucitó a Lázaro, también puede levantarnos a nosotros de nuestras propias tumbas espirituales. En otras palabras, Jesús tiene el poder de sanar nuestras heridas internas, nuestras frustraciones y nuestros temores. Él tiene el poder de transformarnos y hacernos nuevas personas. Todo lo que tenemos que hacer es tener fe y creer en él.
También podemos aprender del amor y la compasión de Jesús. Podemos amar a los demás, incluso cuando no es fácil. Podemos sentir compasión por aquellos que sufren y ayudarles en sus necesidades. Podemos ser una luz en el mundo, mostrando el amor de Dios a través de nuestro ejemplo.
En resumen, el versículo de Juan 12:17 nos muestra el increíble poder y amor de Jesús y nos enseña a creer en su capacidad para hacer milagros en nuestras vidas. También nos llama a amarnos mutuamente y compartir ese amor con los demás. Que podamos seguir los ejemplos de Jesús y vivir nuestras vidas de acuerdo con sus enseñanzas.
Un Milagro de Amor: Reflexión Corta sobre Juan 12:17
En la resurrección de Lázaro, vemos más que un milagro; es un hermoso recordatorio de que el amor de Jesús trasciende la muerte y el dolor. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre la esperanza que encontramos en Él, quien siempre está dispuesto a rescatarnos de nuestras dificultades y tristeza. Al igual que la multitud que fue testigo de este asombroso evento, nosotros también podemos ser testigos del poder restaurador del amor de Dios en nuestras vidas, animándonos a vivir con la fe de que, con Jesús, siempre hay una nueva oportunidad para renacer.
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