Lectura y Explicación del Capítulo 32 de Job:
1 Cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos.
4 Eliú había esperado a Job en la disputa, porque los otros eran más viejos que él;
5 pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, se encendió en ira.
7 Yo decía: «Los días hablarán, los muchos años declararán sabiduría».
8 Ciertamente espíritu hay en el hombre, y el soplo del Omnipotente lo hace que entienda.
9 Pero no son los más sabios los que tienen mucha edad, ni los ancianos los que entienden el derecho.
10 Por tanto, yo dije: «Escuchadme, declararé yo también mi sabiduría».
12 Os he prestado atención, y no hay entre vosotros quien redarguya a Job y responda a sus razones.
13 Para que no digáis: «Nosotros hemos hallado sabiduría. Es Dios quien lo vence, no el hombre».
14 Ahora bien, Job no dirigió contra mí sus palabras, ni yo le responderé con vuestras razones.
15 Se espantaron y ya no respondieron; se les acabaron los razonamientos.
16 Yo, pues, he esperado, pero ellos no hablaban; antes bien, callaron y no volvieron a responder.
17 Por eso yo también responderé mi parte; también yo declararé mi juicio.
18 Porque estoy repleto de palabras y por dentro me apremia el espíritu.
20 Hablaré, pues, y respiraré; abriré mis labios y responderé.
21 Y no haré ahora distinción de personas ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.
22 Porque no sé decir lisonjas, y si lo hiciera, pronto mi Hacedor me consumiría.