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Explicación y Significado y Estudio del Versículo 2, Capítulo 1, Libro de Esdras del Antiguo Testamento de la Biblia. Autor: Esdras.
Versículo Esdras 1:2
‘Así ha dicho Ciro, rey de Persia: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha mandado que le edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá.’
Esdras 1:2
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¿Qué significa Esdras 1:2?, su importancia y lecciones que podemos aprender con este versículo:
Esdras 1:2 - La Voluntad de Dios y la Obra de los Hombres
El versículo Esdras 1:2 relata el mensaje que recibió el rey persa Ciro de parte de Dios. Jehová le había entregado el control sobre los reinos de la Tierra y le encargó la tarea de construir una casa para Él en Jerusalén. Este espacio era para ser utilizado como un lugar de adoración y encuentro para los creyentes. Esta decisión es uno de los muchos ejemplos en la Biblia donde Dios utiliza a un hombre para llevar a cabo su voluntad. Principalmente, se puede observar que la acción de Ciro es necesaria, pero el poder impulsa la voluntad de Dios.
La Importancia de la Obra de Dios
Este versículo nos presenta una imagen concreta de cómo opera Dios en el mundo, él llama a las personas a cumplir su voluntad. Él nos da la oportunidad de ser parte de su obra en el mundo y participar en la restauración de la creación.
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Pero, ¿qué significa la obra de Dios para nosotros como individuos? Podríamos decir que es cualquier cosa que hagamos para hacer este mundo un lugar mejor. Esta tarea puede ser pequeña o grande, pero todas las acciones tienen el mismo valor. Crear una sociedad verdaderamente justa, pacífica y amorosa es un objetivo a largo plazo. Por lo tanto, incluso los esfuerzos más pequeños e insignificantes son importante en cuanto a la construcción de un mundo mejor.
Dudas resueltas
Muchos lectores pueden tener dudas sobre la naturaleza del mensaje en Esdras 1:2. Una pregunta recurrente podría ser, ¿por qué Dios decidió utilizar a un rey pagano, como Ciro, para construir su casa? La respuesta podría ser que Dios no se preocupa tanto por la identidad cultural o religiosa, sino por la capacidad de la persona para hacer su voluntad.
Reflexiones
Este versículo también nos recuerda la idea de que Dios tiene poder para influir en la vida de los pueblos, para hacer que las naciones hagan su voluntad. Nosotros, como humanos, podemos tener la tentación de pensar que somos autosuficientes y que no necesitamos de Dios, pero el hecho de que Dios tenga el poder de elegir, invocar y decidir sobre los reinos de la tierra es una clara evidencia de que la oración, el culto y la devoción deben ser los pilares de nuestra vida.
Aplicación en la Vida Personal
Este pasaje también nos anima a estar siempre en alerta a las posibles oportunidades que Dios nos presente para hacer su voluntad. Podemos ser como Ciro y aparentemente no saber nada de Dios, pero es posible que recibamos una señal divina que nos lleve a hacer su obra en el mundo. Al mismo tiempo, también debemos tener cuidado de no dejarnos llevar por la vanidad de hacer mucho y perder nuestra humildad y sabiduría para hacer las cosas según la voluntad celestial.
Conclusión
En conclusión, el versículo Esdras 1:2 nos recuerda que Dios nos llama a hacer su voluntad en el mundo y nos invita a ser parte de su obra en la tierra. Nos recuerda que nuestro trabajo es parte de una misión más grande establecida por Dios, en la cual nuestras acciones tienen un valor importante y útil para construir un mundo mejor. En efecto, la misión de cada cristiano es la de ser un instrumento divino para que la voluntad de Dios se haga en la Tierra como se hace en el Cielo.
La Llamada Divina de Esdras Uno Dos - Reflexión Corta
Al leer Esdras 1:2, es imposible no sentir la poderosa conexión entre lo divino y lo humano. Este versículo nos muestra que Dios puede utilizar incluso a quienes menos imaginamos para cumplir sus propósitos. Tal vez hoy seamos un Ciro en nuestra propia vida, recibiendo una misión que nos lleve a hacer el bien. Nos invita a abrir nuestros corazones y oídos a esas oportunidades divinas, recordándonos que cada pequeño acto de bondad puede ser parte de un gran plan. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a escuchar y actuar?
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