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Significado del Versículo 20, Capítulo 22, Libro de Apocalipsis del Nuevo Testamento de la Biblia. Autoría: Juan.
Versículo Apocalipsis 22:20
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¿Qué significa Apocalipsis 22:20?, la importancia y reflexiones que podemos conocer de este verso:
Introducción
El libro del Apocalipsis es uno de los más fascinantes y misteriosos de la Biblia, contiene visiones simbólicas y profecías que se han interpretado de diversas maneras a lo largo de la historia. El verso de Apocalipsis 22:20 es una de las últimas declaraciones del libro y contiene una promesa que es esperada por millones de cristianos en todo el mundo: la segunda venida de Jesucristo.
El contexto del verso
El Apocalipsis de Juan es un libro escrito en visión, donde el apóstol es llevado por el Espíritu Santo a través del tiempo y el espacio para ver lo que habrá de acontecer en el futuro de la humanidad. El autor fue exiliado en la isla de Patmos por su predicación del evangelio y allí escribió este libro con el propósito de dar esperanza a los cristianos perseguidos de su época y de todas las generaciones venideras.
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Apocalipsis 22:20 se encuentra en el capítulo final del libro y contiene las palabras finales de Jesucristo a Juan. En este pasaje, el Señor se identifica como el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin (v.13). Luego declara que sus palabras son fieles y verdaderas (v.6) y que Él viene pronto (v.12,20).
La segunda venida de Jesucristo
La segunda venida de Jesucristo es una de las creencias fundamentales del cristianismo, es el momento esperado en que el Señor volverá a la tierra para establecer su reino y juzgar a los vivos y a los muertos. Esta doctrina se encuentra en numerosas partes de la Biblia, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo.
El Apocalipsis es uno de los libros que más detalles ofrece sobre la segunda venida de Jesucristo y sobre el período anterior conocido como “los últimos tiempos” o “el fin de los tiempos”. Según este libro, la venida del Señor será un evento espectacular y temerario en el que los poderosos de la tierra temblarán ante su presencia (Apocalipsis 6:15-17). Él vendrá con los ejércitos celestiales y establecerá su trono en Jerusalén (Salmos 2:6).
La urgencia de estar preparados
El hecho de que Jesucristo asegure que viene pronto, es un recordatorio constante a los cristianos de la urgencia de estar preparados. Aunque no sabemos cuándo será ese día, no podemos dormirnos en los laureles, debemos vivir nuestras vidas en santidad y vigilancia, siempre esperando su venida (Mateo 24:42-44).
La venida del Señor también debe motivarnos para difundir el evangelio a aquellos que aún no lo han recibido. Debemos estar trabajando en su obra hasta que Él venga (1 Corintios 15:58) y viviendo vidas llenas de amor y misericordia que reflejen su Amor y nos hagan dignos de su reino (1 Juan 2:28-29).
La oración por su venida
El verso de Apocalipsis 22:20 contiene una oración en la que Juan clama por la venida de Jesucristo. Es una oración que millones de cristianos han repetido a lo largo de los siglos, y que sigue siendo una expresión de esperanza y anhelo por ver el cumplimiento de las promesas del Señor.
Esta oración no es una demanda, sino una expresión de amor y anhelo hacia el Señor. Es una forma de expresar nuestra disposición a recibir al Señor con humildad y alegría, y de demostrar nuestra confianza en que Él cumplirá todas las promesas que ha hecho (Mateo 5:5).
Conclusión
El verso de Apocalipsis 22:20 es una promesa de esperanza y alegría para los cristianos de todo el mundo. Es una llamada urgente a vivir nuestras vidas con santidad y vigilancia, siempre esperando la venida del Señor. También es una oración que expresa nuestro anhelo por la presencia de Jesucristo en nuestras vidas y en el mundo.
Esperanza en la Promesa de Apocalipsis 22:20 - Reflexión Corta
Al leer Apocalipsis 22:20, nos encontramos con un recordatorio que resuena en nuestro corazón: la llegada de Jesucristo está más cerca de lo que creemos. Este llamado a la vigilancia y a la preparación no debe llenarnos de temor, sino de una esperanza vibrante. Nos invita a vivir cada día con propósito, a buscar su presencia en nuestras vidas y a compartir su amor con los demás. La promesa de su regreso nos llena de alegría y nos anima a ser faros de luz en un mundo que anhela respuestas. Que cada paso que demos sea uno que nos acerque a Él, aguardando con fe y anhelo su inminente venida.
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