Explicación de 2 Crónicas 32:26

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Significado, Estudio y Explicación del Versículo 26, Capítulo 32, Libro de 2 Crónicas del Antiguo Testamento de la Biblia. Autoría: Esdras.

Versículo 2 Crónicas 32:26 de la Biblia

‘Pero después de haberse enaltecido su corazón, Ezequías se humilló, él y los habitantes de Jerusalén; por eso no estalló sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías.’

2 Crónicas 32:26

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¿Qué significa 2 Crónicas 32:26?, su importancia y enseñanzas que podemos conocer en este versículo:

Ezequías: De la arrogancia a la humildad

Introducción

El versículo 2 Crónicas 32:26 es una lección importante sobre la humildad y el orgullo. Ezequías, como rey de Judá, experimentó la ira de Dios después de haberse enaltecido su corazón. Sin embargo, en lugar de alejarse de Dios, se humilló y arrepintió, lo que evitó que la ira de Dios cayera sobre él y su pueblo.

Contexto Bíblico

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Para entender mejor el significado de este versículo, es importante conocer el contexto histórico en el que se encuentra. Ezequías era un rey que gobernó Judá durante el siglo VIII a.C. Era un rey justo que hizo muchas reformas y restauraciones en el templo de Jerusalén. Sin embargo, en algún momento, su corazón se enorgulleció y comenzó a confiar en sus propios recursos y habilidades en lugar de confiar en Dios.

En aquel tiempo, el rey de Asiria, Senaquerib, invadió Judá y comenzó a asediar a Jerusalén. Ezequías confió en el poder de Dios y buscó su ayuda. El profeta Isaías animó a Ezequías y profetizó que Dios defendería a Judá y que Senaquerib no prevalecería contra ellos. Ezequías y su pueblo confiaron en la promesa de Dios y Dios los libró del asedio.

Lección moral

Sin embargo, después de que Ezequías experimentó la victoria, su corazón se enorgulleció. Empezó a mostrar las riquezas y los tesoros de su reino a los mensajeros de Senaquerib con orgullo y presumiendo. Esta actitud arrogante provocó el desagrado de Dios, y su ira se cernió sobre Ezequías y Judá.

A pesar de esto, Ezequías reaccionó humildemente y se arrepintió. Se dio cuenta de que sin la ayuda de Dios, todo lo que tenía no significaría nada. Esta humildad y arrepentimiento evitó que la ira de Dios cayera sobre él y su pueblo.

Reflexiones y aplicación

Este versículo nos muestra dos características clave: la humildad y la soberbia. Debemos recordar siempre que todo lo que tenemos y somos proviene de Dios. Por lo tanto, no debemos enorgullecernos ni presumir de nuestros logros o posesiones. En lugar de eso, debemos ser humildes y reconocer que todo lo que tenemos es gracias a Dios, y que tenemos que trabajar arduamente para mantener su bendición.

También es importante recordar que el arrepentimiento puede cambiar el curso de las cosas. Cuando nos damos cuenta de nuestro pecado o error, debemos arrepentirnos y buscar el perdón de Dios. Como lo hizo Ezequías, podemos prevenir la ira de Dios y encontrar su favor una vez más.

Este versículo puede ayudarnos a reflexionar sobre cómo vivimos nuestras vidas y cómo nos relacionamos con Dios. ¿Estamos enorgulleciéndonos de nuestras posesiones y habilidades? ¿Estamos olvidando que todo lo que tenemos es un regalo de Dios? ¿Estamos arrepintiéndonos de nuestras faltas y buscando el perdón de Dios?

En conclusión, como Ezequías, debemos tener humildad en todo lo que hacemos, recordando siempre que todo lo que tenemos es gracias a Dios. Y si cometemos un error, debemos arrepentirnos y buscar el perdón de Dios. Así, como lo hizo Ezequías, podemos evitar la ira de Dios y encontrar su favor una vez más.

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Qué quiere decir el Versículo 26 del capítulo 32 de 2 Crónicas de la Biblia:

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