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Significado del Versículo 7, Capítulo 2, Libro de Salmos del Antiguo Testamento de la Biblia. Autoría: David, Asaf, Salomón y otros.
Versículo Salmos 2:7
‘Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: «Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy.’
Salmos 2:7
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¿Qué significa Salmos 2:7?, su importancia y los estudios que podemos conocer en este versículo:
Introducción
El Salmo 2 es uno de los salmos más citados y estudiados en la Biblia. Es un Salmo mesiánico, que habla de la exaltación de Jesucristo como rey y señor sobre toda la tierra. En el versículo 7, el Salmo toma un giro hacia la persona de Jesucristo y su relación con Dios el Padre, como Vamos a explorar en este artículo.
El decreto de Dios
El versículo 7 comienza con las palabras: "Yo publicaré el decreto." En este contexto, el decreto se refiere a la elección y la exaltación de Jesús como el Ungido, el Mesías. Este es el decreto de Dios, que se reveló ante los ojos de los profetas y se cumplió en Jesús.
La relación única de Jesús con Dios
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El siguiente versículo del Salmo 2:7 continúa con las palabras: "Jehová me ha dicho: 'Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy'" Aquí, el salmista está hablando de una relación única entre Jesús y Dios. Esta es una de las pocas veces en que se habla explícitamente de Jesús como el Hijo de Dios en el Antiguo Testamento.
Jesús es el Hijo de Dios de una manera única. Él tiene una relación con Dios el Padre que es diferente a cualquier otra persona. Los cristianos creen que Jesús es el Hijo de Dios no en un sentido físico, sino en un sentido espiritual. Jesús es de la misma sustancia que Dios, y su relación con él es inseparable.
Qué significa ser "engendrado"
El Salmo dice que Dios "engendró" a Jesús. ¿Qué significa esto exactamente en el contexto bíblico? El término "engendrar" se refiere a la creación de una cosa a partir de la nada, una idea que se encuentra en otros versículos de la Biblia. En el contexto del Salmo 2:7, "engendrar" significa que Dios creó a Jesús de una manera especial y única.
Reflexiones
La idea de que Jesús es el Hijo de Dios no es algo que se mencione con frecuencia en el Antiguo Testamento. Sin embargo, aquí en el Salmo 2, hay una profecía clara de la relación única de Jesús con Dios el Padre. Esta relación se basa en la unión eterna entre Jesús y Dios Padre, y es un tema que se desarrolla más plenamente en el Nuevo Testamento.
Este versículo del Salmo 2 también nos recuerda la importancia de tener una relación cercana con Dios. Jesús era inseparable de su Padre Celestial, y su ejemplo nos muestra el camino para tener una relación cercana con Dios. Al igual que Jesús, debemos buscar una relación personal con nuestro Creador y Padre Celestial.
Conclusión
En resumen, el versículo 7 del Salmo 2 es una profecía de la exaltación de Jesús como el Hijo de Dios. Este versículo nos recuerda la relación única de Jesús con Dios el Padre y nos anima a buscar una relación cercana con nuestro Creador y Padre Celestial.
Reflexión Corta: Salmos 2:7 y la Promesa del Hijo
Al meditar en Salmos 2:7, somos invitados a asomarnos al profundo amor que Dios tiene por nosotros al declarar a Jesús como Su Hijo. Este versículo no solo es un eco de un antiguo decreto divino, sino también una afirmación de nuestra identidad y propósito en Él. Nos recuerda que, al buscar una relación íntima con nuestro Creador, podemos encontrar esperanza y fuerza en la verdad de que somos parte de Su familia, guiados por la luz de Su Hijo amado. Que esta relación transformadora nos impulsen a abrazar el amor y la gracia que se expande desde lo alto, llenando nuestras vidas de significado y paz.
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