Explicación de Nehemías 7:46

Los hijos de Ziha, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, allí encontramos tres grupos de sirvientes del templo que fueron registrados junto a los otros habitantes de la ciudad de Jerusalén, los cuales fueron repatriados después del exilio babilónico. Ellos eran miembros de la tribu de Leví, y habían sido elegidos para servir en el templo, como sacerdotes y levitas, desde los días de David y Salomón.

El templo era el lugar sagrado donde los israelitas adoraban a Dios, ofrecían sacrificios y realizaban ritos de purificación. Los sirvientes del templo tenían la tarea de mantenerlo limpio y ordenado, tocar instrumentos musicales, cantar himnos y rezar por el pueblo. Su trabajo era esencial para el culto y la conexión del pueblo con Dios.

Los hijos de Ziha, Hasufa y Tabaot sirvieron en el templo con dedicación y fidelidad, ofreciendo su tiempo y energía para asegurarse de que el lugar sagrado estuviera en óptimas condiciones para la adoración de Dios. Su servicio se llevaba a cabo de manera humilde y discreta, pero no menos importante ni valioso para la comunidad.

Este versículo de la Biblia nos recuerda la importancia del servicio al templo y al Señor. A menudo, pensamos que el culto y la adoración se relacionan exclusivamente con nuestras oraciones y cantos, pero también incluyen el trabajo detrás de escena, como la limpieza del templo y la preparación de los sacrificios. En un mundo donde buscamos la gratificación instantánea, la idea del servicio a largo plazo es algo ajeno y poco valorado, por lo que es importante recordarlo.

Además, también es una muestra de que Dios valora y reconoce el trabajo oculto y transparente de las personas. Muchas veces, las personas que sirven en posiciones "menos visibles" pueden sentirse desanimadas o poco valoradas, pero este versículo nos recuerda que su trabajo es valorado y apreciado por Dios y por la comunidad en general.

Podemos aplicar este versículo en nuestras vidas, buscando oportunidades para servir y contribuir de manera desinteresada a nuestra comunidad y nuestras iglesias. No necesariamente significa asumir grandes tareas, sino también las pequeñas, y a veces, no tan vistosas en el trabajo interno de la iglesia, que puede pasar inadvertido pero que constituye la base del templo local.

En conclusión, Nehemías 7:46 nos muestra la importancia del trabajo oculto y desinteresado, y cómo estos sirvientes del templo son un ejemplo de entrega en la labor por el Señor y su comunidad. Recordemos la importancia del servicio, ya que es un aspecto fundamental de la adoración y la conexión con Dios.