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Significado del Versículo 9, Capítulo 18, Libro de Lucas del Nuevo Testamento en la Biblia. Autoría: Lucas.
Versículo Lucas 18:9
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¿Qué significa Lucas 18:9?, la importancia y que podemos aprender en este verso:
Parábola de los Fariseos y el publicano
Lucas 18:9
En el evangelio de Lucas, encontramos la famosa parábola de los fariseos y el publicano. Esta historia se relata en un contexto donde Jesús está enseñando a sus discípulos acerca de la oración y la humildad. En este versículo en particular, se menciona a unos que "confiaban en sí mismos como justos y menospreciaban a los otros".
El orgullo y la humildad
Este versículo nos habla sobre dos actitudes contrapuestas: la soberbia y la humildad. Los fariseos eran conocidos por ser muy estrictos en el cumplimiento de las leyes religiosas y por ostentar su superioridad moral y espiritual sobre los demás. El publicano, en cambio, pertenecía a un grupo social despreciado por los judíos por trabajar para el gobierno romano y por su supuesta falta de moralidad.
La parábola
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Jesús les contó a sus discípulos la parábola de dos hombres que fueron al templo a orar. El fariseo oraba de esta manera: "Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy diezmos de todo lo que gano." El publicano, en cambio, no se atrevía ni siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: "Dios, ten misericordia de mí, pecador."
La enseñanza de Jesús
Jesús concluye la parábola diciendo: "Os digo que éste (el publicano) descendió a su casa justificado antes que el otro (el fariseo); porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido."
Esta parábola nos enseña sobre la importancia de la humildad en nuestra vida espiritual. El fariseo confiaba en sus obras y se consideraba superior a los demás, mientras que el publicano, a pesar de su condición social y moral, reconoce su pecado y su necesidad de la misericordia divina.
Aplicación en nuestra vida
Esta parábola nos invita a examinar nuestra propia actitud ante Dios y ante los demás. ¿Nos creemos superiores a los demás por nuestra religiosidad o nuestras obras? ¿Nos falta humildad para reconocer nuestras limitaciones y debilidades? La humildad nos permite acercarnos a Dios con un corazón sincero y arrepentido, reconociendo nuestra necesidad de su perdón y misericordia.
Además, esta parábola nos recuerda la importancia de no juzgar a los demás por su apariencia, condición social o moral. Todos somos pecadores y necesitamos de la gracia divina para ser justificados.
En conclusión, la parábola de los fariseos y el publicano es una lección de humildad y de amor al prójimo que nos invita a reflexionar sobre nuestras actitudes e invitarnos a enmendar nuestra vida.
Reflexión Corta sobre Lucas 18:9
Ante la majestuosa presencia de Dios, recordemos siempre que no son nuestras obras las que nos justifican, sino la humildad con que nos acercamos a Él. Que cada día, al mirar a nuestro alrededor, podamos ver en cada rostro un reflejo de nuestra propia fragilidad, y que en lugar de levantar barreras, elijamos abrir nuestros corazones a la misericordia, como hizo aquel publicano. En ese acto de humildad, encontramos la verdadera libertad y la paz del alma.
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