Explicación de Hebreos 7:3

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Significado, Estudio y Explicación del Versículo 3, Capítulo 7, Libro de Hebreos del Nuevo Testamento de la Biblia. Autor: Pablo 7​.

Versículo Hebreos 7:3

‘Nada se sabe de su padre ni de su madre ni de sus antepasados; ni tampoco del principio y fin de su vida. Y así, a semejanza del Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.’

Hebreos 7:3

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¿Qué significa Hebreos 7:3?, su importancia y que podemos conocer de este versículo:

Hebreos 7:3 - Un sacerdote misterioso y eterno

En el capítulo 7 de la epístola a los hebreos, el autor presenta una comparación entre el sacerdocio de Melquisedec y el sacerdocio levítico de la tribu de Leví. El verso 3 es especialmente interesante, ya que se refiere a Melquisedec como un sacerdote sin genealogía conocida y sin información sobre el principio y fin de su vida. Además, se compara su condición sacerdotal con la del Hijo de Dios, lo que sugiere una conexión profunda y misteriosa entre estos dos personajes bíblicos.

¿Quién es Melquisedec?

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Para entender el significado de este verso es necesario conocer un poco más sobre Melquisedec. Según el Génesis, aparece por primera vez como el rey de Salem (Jerusalén) y el sacerdote del Dios Altísimo en la época de Abraham (Génesis 14:18-20). En el Salmo 110, también se menciona a Melquisedec como un sacerdote para siempre, en la profecía del Mesías.

Sin embargo, la información que se tiene de este personaje es limitada y misteriosa. El verso 3 de Hebreos 7 se refiere a esta falta de información sobre su genealogía y su vida como una característica única que lo asemeja al Hijo de Dios. En otras palabras, Melquisedec es un personaje misterioso e inquietante que representa la conexión entre la Antigua y la Nueva Alianza.

La conexión entre Melquisedec y Cristo

El autor de Hebreos utiliza la figura de Melquisedec para establecer una conexión entre el sacerdocio levítico y el sacerdocio de Cristo. Argumenta que Melquisedec era un sacerdote superior a los de la tribu de Leví, ya que Abraham le entregó el diezmo y recibió su bendición (Hebreos 7:4-10). Por lo tanto, el autor sugiere que Cristo, como el sumo sacerdote eterno, es superior a cualquier otro sacerdote anterior.

Además, la falta de información sobre la genealogía y la vida de Melquisedec sugiere una similitud con Cristo, quien también es un personaje divino con un origen y un destino desconocidos para la humanidad. En este sentido, la figura de Melquisedec sirve como un símbolo que representa la conexión y la continuidad entre la Antigua y la Nueva Alianza, y que apunta hacia la trascendencia y la eternidad de la persona divina de Cristo.

Reflexiones y aplicaciones para nuestra vida

El verso 3 de Hebreos 7 es un recordatorio de la profundidad y el misterio de la figura de Cristo y su sacerdocio eterno. Nos recuerda que el plan divino de la salvación es complejo y sutil, y que nuestra comprensión del mismo siempre será limitada y parcial. Sin embargo, también nos invita a reflexionar sobre la importancia de confiar en la trascendencia y la eternidad de Cristo como nuestro salvador y sumo sacerdote.

Por otro lado, este verso también nos llama a reflexionar sobre la importancia de la conexión entre la Antigua y la Nueva Alianza en nuestra fe cristiana. Nos recuerda la continuidad y la unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, y la importancia de comprender la figura de Cristo a través del lente de ambas alianzas.

En términos más prácticos, este verso también nos invita a reflexionar sobre la importancia del sacerdocio en nuestra vida cotidiana. Como cristianos, somos llamados a ser sacerdotes en nuestra vida diaria, es decir, a ser mediadores de la gracia y el amor de Dios en el mundo. La figura de Melquisedec nos recuerda la importancia de esta vocación sacerdotal y nos invita a profundizar en nuestra relación con Cristo, quien es el sumo sacerdote eterno y nuestro modelo de vida.

Conclusión

En definitiva, el verso 3 de Hebreos 7 es un recordatorio de la profundidad y el misterio de la figura de Cristo y su sacerdocio eterno. Nos invita a reflexionar sobre la trascendencia y la eternidad de Cristo como nuestro salvador y sumo sacerdote, y a profundizar en nuestra relación con él a través de la conexión entre la Antigua y la Nueva Alianza. Nos recuerda la importancia de nuestra vocación sacerdotal como cristianos y nos invita a ser mediadores del amor y la gracia de Dios en el mundo.

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Significado e interpretación del Versículo 3 del capítulo 7 de Hebreos de la Biblia:

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