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Explicación y Significado y Estudio del Versículo 27, Capítulo 7, Libro de Hebreos del Nuevo Testamento de la Biblia. Autoría: Pablo 7.
Versículo Hebreos 7:27
‘que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.’
Hebreos 7:27
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¿Qué significa Hebreos 7:27?, su importancia y los mensajes que podemos conocer de este versículo:
Hebreos 7:27 - Un sacrificio único
Entendiendo el contexto
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El libro de Hebreos fue escrito para la comunidad judía que había aceptado a Jesús como su Mesías, pero que todavía estaba luchando para entender cómo se ajustaba Jesús en su comprensión de la ley y la tradición judías. El autor de Hebreos, por lo tanto, hace hincapié en cómo Jesús es el Sumo Sacerdote perfecto que cumple con todas las demandas de la ley, y cómo Su sacrificio en la cruz es el sacrificio final por el pecado.
El papel del Sumo Sacerdote
En el Antiguo Testamento, el Sumo Sacerdote era la persona que llevaba a cabo los sacrificios por el pecado del pueblo. Sin embargo, como la Biblia deja claro, el Sumo Sacerdote también era un pecador. Por lo tanto, antes de ofrecer sacrificios por el pueblo, tenía que ofrecer sacrificios por sus propios pecados.
El sacrificio de Jesús
En contraste con esto, Jesús, como Sumo Sacerdote, no tenía pecado. Por lo tanto, no necesitaba ofrecer sacrificio por sí mismo antes de ofrecer sacrificio por el pueblo. Además, a diferencia del Sumo Sacerdote del Antiguo Testamento, Jesús ofreció un sacrificio por el pecado que fue suficiente para siempre. De hecho, la frase "una vez para siempre" es repetida en el libro de Hebreos para enfatizar la naturaleza definitiva del sacrificio de Jesús.
Aplicando el versículo a nuestras vidas
Para los lectores modernos, la idea de ofrecer sacrificios por el pecado puede parecer extraña e incomprensible. Sin embargo, este versículo nos recuerda que Jesús hizo algo por nosotros que nunca podríamos hacer por nosotros mismos. Él ofreció un sacrificio único y final por nuestros pecados, y ya no necesitamos ofrecer sacrificios una y otra vez para buscar el perdón.
Además, este versículo puede ayudarnos a comprender la gracia de Dios de una manera más profunda. A menudo, podemos sentir que necesitamos hacer algo para ganar el favor de Dios o para merecer Su perdón. Sin embargo, la verdad es que no hay nada que podamos hacer para ganar el perdón de Dios. Es un regalo que se nos da libremente a través de nuestro salvador Jesús.
Resolviendo dudas comunes
¿Qué significa "una vez para siempre"?
La frase "una vez para siempre" se refiere al hecho de que el sacrificio de Jesús en la cruz fue suficiente para cubrir todos los pecados para siempre. No es algo que necesite ser repetido o mejorado.
¿Por qué es importante que Jesús fuera sin pecado?
Es importante que Jesús fuera sin pecado porque como Sumo Sacerdote, Él ofreció un sacrificio por nuestros pecados. Si Él mismo hubiera tenido pecado, entonces ese sacrificio no habría sido suficiente. Él también habría tenido que ofrecer sacrificio por Sus propios pecados antes de ofrecer sacrificio por los nuestros.
¿Por qué ya no sacrificamos animales en la actualidad?
En la actualidad, ya no sacrificamos animales porque, como este versículo deja en claro, el sacrificio de Jesús fue suficiente para siempre. Ya no necesitamos ofrecer sacrificio por nuestros pecados, porque Jesús lo hizo todo por nosotros en la cruz.
Un Sacrificio que Cambia Todo: Reflexión Corta
Imagínate que llevas una carga tan pesada que nunca podrías quitarla por tu cuenta. Eso es lo que Jesús hizo por nosotros al sacrificarse una vez y para siempre. No tenemos que estar atrapados en un ciclo de intentar ganar el perdón con esfuerzos que nunca son suficientes. En vez de eso, podemos vivir en la libertad que nos ofrece Su sacrificio. Es un recordatorio de que el verdadero amor y la gracia no se ganan, se reciben.
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No tiene que ofrecer sacrificios diariamente (Heb. 7:27).
El sumo sacerdote representaba al pueblo delante de Dios. El primer sumo sacerdote de Israel, Aarón, fue nombrado por Jehová cuando se dedicó el tabernáculo. Pero el apóstol Pablo explicó: “Como la muerte les impedía a los sacerdotes continuar en el cargo, tuvo que haber muchos sacerdotes que se sucedieran unos a otros” (Heb. 7:23-26). Además, como esos sumos sacerdotes eran imperfectos, tenían que ofrecer sacrificios por sus propios pecados. Esa es una diferencia enorme entre los sumos sacerdotes de Israel y el gran Sumo Sacerdote, Jesucristo. Nuestro Sumo Sacerdote, Jesucristo, “es siervo […] de la tienda verdadera que levantó Jehová, y no el hombre” (Heb. 8:1, 2). Pablo explicó que, como Jesús “vive para siempre, su sacerdocio no tiene sucesores”. Además, dijo que Jesús está “incontaminado, separado de los pecadores” y que, a diferencia de los sumos sacerdotes de Israel, “no tiene que ofrecer sacrificios diariamente” por sus propios pecados.