Escucha el capítulo completo: 🔊Volver al libro Génesis
Capítulo Anterior|Capítulo SiguienteLee el Capítulo 3 de Génesis y pulsa sobre cada versículo para ver su explicación.
Lectura y Explicación del Capítulo 3 de Génesis:
1 La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, y dijo a la mujer: –¿Conque Dios os ha dicho: «No comáis de ningún árbol del huerto»?
2 La mujer respondió a la serpiente: –Del fruto de los árboles del huerto podemos comer,
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: «No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis».
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: –No moriréis.
5 Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y el mal.
6 Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió al igual que ella.
7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, hojas de higuera y se hicieron delantales.
8 Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
9 Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó: –¿Dónde estás?
10 Él respondió: –Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí.
11 Entonces Dios le preguntó: –¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del cual yo te mandé que no comieras?
12 El hombre le respondió: –La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: –¿Qué es lo que has hecho? Ella respondió: –La serpiente me engañó, y comí.
14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: –Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás todos los días de tu vida.
15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón.
16 A la mujer dijo: –Multiplicaré en gran manera los dolores en tus embarazos, con dolor darás a luz los hijos, tu deseo será para tu marido y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo: –Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer y comiste del árbol de que te mandé diciendo: «No comerás de él», maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida,
18 espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás.
20 A su mujer Adán le puso por nombre Eva, por cuanto ella fue la madre de todos los vivientes.
21 Y Jehová Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
22 Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre».
23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso querubines al oriente del huerto de Edén, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.
Capítulo Anterior|Capítulo Siguiente