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Estudio del Versículo 8, Capítulo 6, Libro de Esdras del Antiguo Testamento en la Biblia. Autor: Esdras.
Versículo Esdras 6:8
‘Estas son mis órdenes sobre lo que habéis de hacer con esos ancianos de los judíos, para reedificar esa casa de Dios: que de la hacienda del rey, proveniente del tributo del otro lado del río, sean pagados puntualmente a esos hombres los gastos, para que no cese la obra.’
Esdras 6:8
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¿Qué significa Esdras 6:8?, su importancia y las reflexiones que podemos aprender en este verso:
Esdras 6:8 es un versículo de la Biblia que nos enseña sobre la importancia de apoyar a aquellos que trabajan en la construcción de la casa de Dios. En este pasaje, el rey Darío emitió una orden para que se pagara puntualmente a los judíos que estaban trabajando en la reedificación del templo con los fondos provenientes de los tributos recaudados al otro lado del río. Esta orden se emitió como una forma de garantizar que la obra no se detuviera y que los trabajadores recibieran el apoyo financiero necesario para realizar su labor.
En este pasaje, podemos encontrar una lección importante sobre la importancia de apoyar a aquellos que trabajan en la construcción de la casa de Dios. A menudo, nos enfocamos en la necesidad de apoyar a la iglesia, pero también es fundamental apoyar a aquellos que trabajan de manera directa en la edificación del templo. Estos trabajadores pueden ser los encargados de la construcción y reparación física del edificio, pero también pueden ser aquellos que trabajan en la evangelización, en la educación religiosa y en otros ministerios dentro de la congregación.
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Al apoyar a estos trabajadores, estamos contribuyendo al crecimiento y desarrollo de nuestra iglesia. En lugar de esperar que otros hagan todo el trabajo, debemos tomar la iniciativa y ofrecer nuestro apoyo financiero y espiritual. Al hacerlo, estamos demostrando nuestro compromiso con la fe y nuestra dedicación a la construcción de la casa de Dios. Además, podemos encontrar una mayor satisfacción y sentido de propósito cuando nos involucramos activamente en la obra de Dios.
Para aplicar esta lección en nuestra vida diaria, debemos considerar cómo podemos apoyar a nuestra iglesia y a los trabajadores que realizan los diferentes ministerios en nuestra comunidad. Una forma común de hacerlo es a través de la ofrenda regular, que ayuda a financiar los gastos de la iglesia y los ministerios que se llevan a cabo. También podemos ofrecer nuestro tiempo y habilidades para apoyar diferentes actividades y proyectos dentro de la iglesia.
Es importante recordar que el apoyo a la iglesia no se limita a las contribuciones financieras o la oferta de tiempo y habilidades. También podemos apoyar a nuestros hermanos y hermanas en la fe, compartiendo nuestras necesidades y preocupaciones, ofreciendo consejo y aliento, y orando por ellos. Estos pequeños actos de amor y apoyo pueden marcar una gran diferencia para aquellos que trabajan en la construcción de la casa de Dios y para la iglesia en general.
En conclusión, Esdras 6:8 es un poderoso recordatorio de la importancia de apoyar a aquellos que trabajan en la construcción de la casa de Dios. Al hacerlo, estamos contribuyendo activamente al crecimiento y desarrollo de nuestra iglesia, y encontrando un mayor sentido de propósito y satisfacción en nuestra propia fe. Debemos comprometernos a apoyar a nuestros hermanos y hermanas en la fe, ofreciendo nuestro tiempo, habilidades y recursos, así como nuestra oración y amor.
Reflexión Corta: El Fundamento de Nuestro Compromiso
Al recordar la importancia de apoyar en la edificación de la casa de Dios, nuestras almas se llenan de un profundo sentido de pertenencia y propósito. Cada esfuerzo que hacemos, cada aporte que damos, se traduce en un ladrillo más en la construcción de un hogar donde la fe florece y la esperanza renace. No se trata solo de obras materiales, sino de edificar comunidades de amor y servicio donde cada hermano y hermana se sienta valorado. Así, al comprometernos a apoyar a quienes llevan esta misión adelante, no solo construimos un templo, ¡sino que también fortalecemos nuestra propia fe y espiritualidad!
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