Escucha el capítulo completo: 🔊Volver al libro ColosensesCapítulo Anterior|Capítulo Siguiente
Lee el Capítulo 4 de Colosenses y pulsa sobre cada versículo para ver su explicación.
Lectura y Explicación del Capítulo 4 de Colosenses:
1 Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros esclavos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos.
2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.
3 Orad también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso,
4 para que lo dé a conocer anunciándolo como es debido.
5 Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo.
6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
7 Todo lo que a mí se refiere, os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor.
8 Os lo he enviado a vosotros para esto mismo, para que conozca lo que a vosotros se refiere y conforte vuestros corazones.
9 Lo acompaña Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.
10 Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda; y también Marcos, el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido instrucciones; si va a visitaros, recibidlo.
11 También os saluda Jesús, el que es llamado Justo. Estos son los únicos de la circuncisión que me ayudan en el reino de Dios, y han sido para mí un consuelo.
12 Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo. Él siempre ruega encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.
13 De él doy testimonio de que se preocupa mucho por vosotros, por los que están en Laodicea y los que están en Hierápolis.
14 Os saluda Lucas, el médico amado, y Demas.
15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.
16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros.
17 Decid a Arquipo: «Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor».
18 Esta salutación es de mi propia mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén.
Capítulo Anterior|Capítulo Siguiente
Estudio y Comentario Bíblico de Colosenses 4: