Lectura y Explicación del Capítulo 30 de Job:
2 pues ¿de qué me hubiera servido ni aun la fuerza de sus manos, si no tienen fuerza alguna?
4 Recogían malvas entre los arbustos y raíces de enebro para calentarse.
5 Los echaban de en medio de la gente y todos les gritaban como a ladrones.
6 Vivían en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra y entre las rocas.
7 Bramaban entre las matas y se reunían debajo de los espinos.
8 Hijos de gente vil, hombres sin nombre, más bajos que la misma tierra.
9 ¡Y ahora yo soy objeto de su burla y les sirvo de refrán!
10 Me abominan, se alejan de mí y no dejan de escupirme en el rostro.
11 Porque Dios ha desatado la cuerday me ha afligido, por eso se han desenfrenadoen mi propio rostro.
12 A mi derecha se levanta el populacho, empujan mis pies y preparan caminos para mi ruina.
13 Desbaratan mi senda, se aprovechan de mi quebrantamiento, y no tengo quien me auxilie contra ellos.
14 Vienen como por un ancho portillo, revolviéndose sobre mi calamidad.
16 Ahora mi alma está derramada en mí, pues se apoderan de mí días de aflicción.
17 La noche taladra mis huesos y los dolores que me roen no reposan.
18 La violencia deforma mi vestidura: me oprime como el cuello de mi túnica.
19 Dios me ha derribado en el lodo y ahora soy semejante al polvo y a la ceniza.
20 ¡Clamo a ti, pero no me escuchas! ¡Me presento, pero no me atiendes!
21 Te has vuelto cruel conmigo; con el poder de tu mano me persigues.
22 Me has alzado sobre el viento, me haces cabalgar en él y destruyes mi sustancia.
23 Yo sé que me conduces a la muerte, y a la casa a donde va todo ser viviente.
25 Y yo, ¿no he llorado por el que sufre? ¿No me he entristecido a causa del necesitado?
27 Mis entrañas se agitan sin reposo, por los días de aflicción que me han sobrecogido.
28 Ando ennegrecido, y no por el sol; me he levantado en la congregación ,y he clamado.
29 He venido a ser hermano de chacales y compañero de avestruces.
30 Mi piel, ennegrecida, se me cae, mis huesos arden de calor.
31 Mi arpa se ha cambiado por luto, y mi flauta por voz de lamentadores.