La cotidianidad muchas veces puede estar rodeada de problemas y situaciones que nos llevan a sentirnos inquietos, muchas veces angustiados. No obstante, dentro de la biblia, existen una variedad de textos que nos pueden acercar más a Dios y a la paz que Él nos brinda. En esta ocasión, hemos escogido 11 versículos que te ayudarán a encontrar la serenidad, esa que de seguro anhela tu corazón.
Mejores versículos de la biblia sobre paz:
Proverbios 3:17
“Sus caminos son agradables y en todas sus sendas hay paz”. (Proverbios 3:17)
Hay momentos de nuestra vida donde llegamos a escoger caminos sin pensar en lo que Dios ha dispuesto para nosotros. Cuando esto sucede entonces tropezamos y, dicho fracaso, nos genera intranquilidad. Por esta razón, debes tener presente que, si te dejas guiar por Dios, incluso en los tropiezos, jamás perderás la paz.
Romanos 8:6
“Porque ocuparse de la carne es muerte, pero ocuparse del espíritu es vida y paz”. (Romanos 8:6)
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A todos nos ha pasado que muchas veces nos mortificamos por aspectos materiales que nos generan bienestar momentáneo. Incluso nuestros deseos nos mueven a buscar el dinero, el placer o la fama. El problema de buscar este tipo de cosas es que olvidamos que lo que realmente genera paz es aquello que procede de Dios. Si dejas que Dios entre en tu corazón todo este tipo de cosas que te mueres por alcanzar pasarán a un segundo plano. De esta manera encontrarás la paz.
Colosenses 3:13
“Sopórtense unos a otros, y perdónense unos a otros si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes”. (Colosenses 3:13)
Es muy importante que nos atrevamos a perdonar, porque cada vez que perdonamos, el corazón se siente más liberado. Aunque sea difícil hacerlo, si pones la mirada en Jesús, encontrarás la manera de liberarte de esos sentimientos negativos que puedan despertar algunas personas. De esta forma, perdonando como Jesús nos enseña, encontrarás el camino hacia la paz duradera.
Filipenses 4:6-7
“No se inquieten por nada. Antes bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6-7)
Los seres humanos por instinto tendemos a solucionar los problemas sin ayuda de los demás. Lo mismo pasa en nuestra relación con Dios. Muchas veces creemos que podemos con todo y cuando nos vemos ahogados en medio de tantos problemas buscamos el auxilio divino. Este versículo es una invitación a poner cada una de nuestras inquietudes en manos de aquel que es Todopoderoso.
Éxodo 33:14
“El señor respondió: “Yo mismo iré contigo y te daré el descanso”. (Éxodo 33:14)
¿Te ha pasado alguna vez que estás a punto de mudarte, pero te invade una sensación de miedo por no tener la certeza de que te irá bien? Bueno, eso experimentaba el pueblo de Israel cuando Dios los sacó de Egipto. Pero poco a poco fueron aprendiendo que no caminaban solos y que, al final del camino, encontrarían un lugar tranquilo para habitar. Esto mismo debes recordar cada vez que tomes una decisión: que si pones tu confianza en Dios Él hará que todo vaya de la mejor manera.
1 Pedro 5:7
“Descarguen en Él todas sus inquietudes, ya que Él se ocupa de ustedes”. (1 Pedro 5:7)
Si eres una persona de fe tienes algo muy valioso que puedes utilizar cuando sientas que tus cargas son muy pesadas. Se trata de la oración. Cuando sientas que te inquietan los problemas a los cuales te enfrentas no dudes en orar a Dios, pues la oración es la herramienta por excelencia para comunicarle a Dios todo lo que nos pasa. Ten por seguro que si haces esto encontrarás alivio y paz para tu corazón.
Salmos 34:14
“Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela”. (Salmos 34:14)
El mal muchas veces se disfraza de bien y, la mayoría de las veces, nos aferramos a él como si de algo bueno se tratara. ¿Cómo darnos cuenta del mal en nuestras vidas? Muy sencillo. Por ejemplo, si realizamos una actividad y al final nos sentimos vacíos, inquietos o ansiosos, estamos obedeciendo al mal. Para encontrar la paz debes, por ende, apartarte de todo aquello que no te hace bien.
Juan 16: 33
“Les he hablado de estas cosas para que tengan paz en mí. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33)
Jesús sabía que se enfrentaba a un camino de muerte cuando anunció el reino de Dios. Sin embargo, nunca perdió la paz, pues confiaba en la voluntad de su Padre. Esto mismo quiso transmitirles a sus discípulos, pues Él quería que todos los que le siguieran confiaran en Él. Entonces ¿Por qué habríamos de perder la paz cuando sabemos que estando cerca de Dios nada nos pasará?
Juan 14:27
“Les dejo la paz, les doy mi paz. Yo no se las doy como el mundo la da. Que no haya en ustedes angustia ni miedo”. (Juan 14:27)
Se podría decir que al final de una larga guerra siempre hay paz. Sin embargo, la paz de la que habla Jesús es distinta a la que ofrece el mundo. El mundo promueve la guerra, pero Dios siempre actúa con misericordia. Lo mismo debemos hacer nosotros como hijos suyos, es decir, obrar siempre basándonos en el amor.
Mateo 5:9
“Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios”. (Mateo 5:9)
Trabajar por la paz no solo es evitar la guerra, sino también velar porque en todo momento se busque la armonía entre las personas. Por ejemplo, en diversas ocasiones, las familias entran en conflictos. Como auténticos hijos de Dios debemos procurar que todas estas situaciones se resuelvan en armonía y sin buscar herir a los demás.
Daniel 10:19
“Luego me dijo: ¡No tomas, tú que eres amado de Dios, la paz sea contigo! ¡Ánimo, ánimo!” Y mientras me hablaba, sentí que me volvían las fuerzas”.
En nuestras vidas siempre habrá vicisitudes y situaciones adversas que nos lleven a sentirnos inquietos. El profeta Daniel también pasó por momentos difíciles, pero supo abandonarse en el único que nunca le defraudaría. Esta es la manera más sencilla de recobrar el aliento cada vez que se pierde: abandonarse en los brazos de nuestro Padre.
