Escucha el capítulo completo: 🔊Volver al libro Salmos
Capítulo Anterior|Capítulo SiguienteLee el Capítulo 40 de Salmos y pulsa sobre cada versículo para ver su explicación.
Lectura y Explicación del Capítulo 40 de Salmos:
1 Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi clamor,
2 y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos.
3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos y temerán, y confiarán en Jehová.
4 ¡Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza y no mira a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira!
5 Has aumentado, Jehová, Dios mío, tus maravillas y tus pensamientos para con nosotros. No es posible contarlos ante ti. Aunque yo los anunciara y hablara de ellos, no podrían ser enumerados.
6 Sacrificio y ofrenda no te agradan; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado.
7 Entonces dije: «He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí;
8 el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu Ley está en medio de mi corazón».
9 He anunciado justicia en la gran congregación; he aquí, no refrené mis labios, Jehová, tú lo sabes.
10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; he publicado tu fidelidad y tu salvación; no oculté tu misericordia y tu verdad en la gran congregación.
11 Jehová, no apartes de mí tu misericordia; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre,
12 porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza y mi corazón me falla.
13 Quieras, Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme.
14 Sean avergonzados y confundidos a una los que buscan mi vida para destruirla. Vuelvan atrás y averguéncense los que mi mal desean.
15 Sean asolados en pago de su afrenta los que se burlan de mí.
16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman tu salvación: «¡Jehová sea enaltecido!
17 Aunque yo esté afligido y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú. ¡Dios mío, no te tardes!
Capítulo Anterior|Capítulo Siguiente
Estudio y Comentario Bíblico de Salmos 40: