Explicación de Hebreos 7:6

Hablemos sobre el versículo Hebreos 7:6, donde se habla de alguien cuya genealogía no es contada de entre los levitas, pero que recibió los diezmos de Abraham y lo bendijo. Para entender completamente este versículo, es necesario conocer algunos antecedentes e interpretaciones de la ley de los diezmos.

En el Antiguo Testamento, se estableció que los diezmos, o el diez por ciento de los ingresos y ganancias, debían ser entregados por el pueblo de Dios a los levitas o sacerdotes, como una forma de sostener su labor en el templo. Sin embargo, el versículo que estamos analizando hace referencia a que alguien fuera de la tribu de Leví, es decir, que no era un levita, recibió los diezmos de Abraham y lo bendijo.

Esta persona es, según algunos estudiosos de la Biblia, Melquisedec, quien es mencionado en el Antiguo Testamento en el libro de Génesis como "sacerdote del Dios Altísimo". Melquisedec se presenta como un tipo de Cristo, quien es nuestro sumo sacerdote eterno según el Nuevo Testamento. De este modo, Melquisedec es reconocido en la Biblia como un importante personaje con una posición de gran autoridad y bendición.

Entonces, ¿cómo podemos aplicar este versículo en nuestra vida? En primer lugar, podemos aprender acerca de la importancia de la bendición en nuestras vidas, tanto por medio de Dios como por medio de aquellos que tienen una posición de autoridad en nuestras vidas. Asimismo, podemos aprender acerca de la importancia de reconocer y honrar a aquellos que han sido comisionados por Dios para liderarnos en nuestras vidas espirituales.

Por otro lado, el hecho de que alguien fuera de la tribu de Leví recibió los diezmos de Abraham nos muestra que Dios puede utilizar a cualquier persona para bendecir nuestra vida y recibir nuestra ofrenda y sacrificio. De este modo, no debemos limitarnos a aquellos que parecen ser los líderes o responsables en nuestras comunidades, sino estar siempre atentos a la voz de Dios que puede hablar por medio de cualquier persona.

En cuanto a las dudas que pueden surgir, algunos se preguntan si este versículo puede ser utilizado como justificación para dejar de dar los diezmos a la iglesia. Sin embargo, es importante recordar que este versículo está hablando de un caso específico en el Antiguo Testamento, y que en el Nuevo Testamento se nos llama a ser generosos en nuestro dar y apoyar la obra de Dios en la tierra.

En conclusión, el versículo Hebreos 7:6 nos enseña acerca de la importancia de la bendición y la autoridad de aquellos que lideran nuestras vidas espirituales. Asimismo, nos recuerda que Dios puede utilizar a cualquier persona para bendecirnos y recibir nuestra ofrenda y sacrificio. Debemos estar siempre atentos a su voz y ser generosos en nuestro dar.