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Explicación y Significado y Estudio del Versículo 11, Capítulo 14, Libro de Ezequiel del Antiguo Testamento en la Biblia. Autoría: Ezequiel.
Versículo Ezequiel 14:11
‘para que la casa de Israel no se desvíe más de en pos de mí, ni se contamine más en todas sus rebeliones; y sea mi pueblo y yo sea su Dios, dice Jehová, el Señor»».’
Ezequiel 14:11
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¿Qué significa Ezequiel 14:11?, la importancia y lecciones que podemos conocer en este versículo:
Ezequiel 14:11 - Una llamada a la fidelidad
El libro de Ezequiel es uno de los textos más profundos y espirituales del Antiguo Testamento. A través de este libro, Dios habla a su pueblo, Israel, pero también a la humanidad en general. En el versículo 11 del capítulo 14, Dios lanza una llamada a la fidelidad a su pueblo, que se ha desviado de su camino y se ha contaminado en sus rebeliones. A través de este versículo, podemos entender la importancia de vivir una vida centrada en Dios y cómo podemos aplicarlo en nuestra vida cotidiana.
El peligro de la desviación
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En el versículo 11, Dios habla de cómo su pueblo se ha desviado y se ha contaminado con sus rebeliones. Este es un peligro que enfrenta cualquier persona en su vida espiritual. A veces, pueden surgir tentaciones o desafíos que nos alejan del camino de Dios. Cuando esto sucede, nuestras acciones y decisiones pueden llevarnos a la rebelión. Si no somos conscientes de estos peligros, podemos alejarnos de Dios y contaminarnos con el pecado.
Cómo permanecer fieles
Pero Dios nos llama a permanecer fieles. Es importante recordar que Dios es nuestro Padre amoroso y quiere lo mejor para nosotros. En lugar de seguir nuestros propios caminos, debemos confiar en Dios y hacer su voluntad. Una forma de hacer esto es a través de la oración y la lectura de la Biblia. Al pasar tiempo con Dios a diario, podemos fortalecer nuestra relación con él y recibir la sabiduría y la guía necesarias para tomar decisiones y resistir la tentación.
Reflexiones finales
En Ezequiel 14:11, Dios llama a su pueblo a la fidelidad y la obediencia. La Biblia nos enseña que, si seguimos a Dios, recibimos su amor y protección. Dios nunca nos abandona, pero es nuestra elección seguir sus caminos o no. A través de la oración y la lectura de la Biblia, podemos fortalecer nuestra relación con él y encontrar la fuerza para resistir la tentación y permanecer fieles. Que este versículo nos inspire a buscar la fidelidad en nuestra propia vida y a vivir siempre en la voluntad de Dios.
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