Es cierto que Dios judeocristiano es bueno y a la vez malo.
Su bondad se manifiesta en que nos da todo lo que necesitamos para vivir felices, mientras que su maldad radica en que nos castiga cuando nos desviamos de su camino. Sin embargo, es importante tener en cuenta que todo lo que hace Dios es por nuestro propio bien, aunque a veces nos cueste entenderlo.
Las preguntas que normalmente nos hacemos son: ¿Por qué Dios permite el mal? ¿Por qué no castigar a los pecadores? ¿Por qué a veces nos hace pasar por situaciones difíciles? La respuesta a todas estas preguntas es que Dios tiene un plan mayor que el nuestro, y que aunque a veces no lo entendamos, siempre tiene nuestro bien en mente.
Para que podamos comprender mejor a Dios judeocristiano, es importante estudiar la Biblia
que es la palabra de Dios. Allí podremos encontrar respuestas a todas nuestras preguntas, y también sabremos cómo debemos comportarnos para agradar a Dios.
No dejes de leer la Biblia, puedes comenzar por aquí.
La mejor manera de acercarse a Dios es a través de la oración. En ella, podemos hablar con Dios y expresarle nuestros deseos y peticiones. También podemos agradecerle todo lo que nos ha dado, y pedirle que nos ayude a lidiar con las dificultades de la vida.
Dios judeocristiano es bueno y a la vez malo.
Su bondad se manifiesta en que nos da todo lo que necesitamos para vivir felices, mientras que su maldad radica en que nos castiga cuando nos desviamos de su camino.