En los evocadores relatos de la Biblia, encontramos numerosas referencias a las majestuosas manifestaciones de fe y devoción, entre ellas, las emblemáticas «santas decenas de millares». Estas expresiones no solo denotan una cifra numérica abrumadora, sino también un simbolismo profundo que permea la narrativa sagrada.
La Multitud Celestial en el Apocalipsis
En el libro del Apocalipsis, la revelación dada a Juan despliega un panorama celestial donde se mencionan legiones angélicas y almas redimidas enumeradas en decenas de millares. Estas cifras no son meramente cuantitativas, sino que apuntan a la inmensidad y la universalidad del reino de Dios. Juan habla de una visión en la que seres celestiales y humanos redimidos se unen en una adoración sin fin, signo de una comunión perfecta y eterna.
Los Ángeles al Servicio Divino
Las «santas decenas de millares» también han sido entendidas en el contexto bíblico como referencias a los ángeles, esos seres inmaculados que sirven ante la presencia de Dios. En la carta a los Hebreos, se habla de que al Señor Jesús le acompañan «miríadas de ángeles», término que evoca las vastas huestes celestiales que existen para llevar a cabo la voluntad divina. La Biblia presenta a estos seres espirituales como mensajeros y guardianes, resaltando su papel esencial en la economía celestial.
La Fuerza de los Fieles
Así como las estrellas adornan el firmamento, las santas decenas de millares también sugieren la incontable cantidad de fieles que han seguido las enseñanzas de Cristo a lo largo de las eras. Se convierten en un símbolo de esperanza y fortaleza para los creyentes, aludiendo al poder de la fe comunal que transciende generaciones y culturas, formando un mosaico perfecto de devoción y entrega.
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Simbolismo en la Construcción del Templo
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Además, en la descripción de la construcción del Templo de Salomón, encontramos la contratación de «decenas de millares» para trabajar en la monumental tarea. Este dato puede parecer anecdótico a primera vista, pero subyace una rica simbología: la unión de esfuerzos humanos con la guía divina para crear un espacio de encuentro sagrado. Este es un eco de las «santas decenas de millares» como constructores de la comunidad de fe y del reino etéreo.
Las «santas decenas de millares» son, por tanto, una metáfora de la magnitud espiritual de aquellos que rodean el trono de Dios, sea en los cielos o en la Tierra. Se convierten en un testamento vivo de la misericordia y grandiosidad divinas, y un recordatorio constante de que, a pesar del tamaño astronómico de la Iglesia universal, cada alma es preciosa a los ojos del Creador.
Como peregrinos en este mundo, la invitación es a participar en esa comunión innumerable de santos, ángeles y redimidos. Que nuestras vidas sean una constante búsqueda de esa plenitud que prometen las «santas decenas de millares» y que algún día, esperamos, nos uniremos a ese coro celestial en una alabanza sin fin. Que la paz y la gracia inagotable de nuestro Señor estén con todos ustedes.
