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Significado del Versículo 9, Capítulo 21, Libro de Apocalipsis del Nuevo Testamento de la Biblia. Autor: Juan.
Versículo Apocalipsis 21:9 de la Biblia
‘Entonces vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras y habló conmigo, diciendo: «Ven acá, te mostraré la desposada, la esposa del Cordero».’
Apocalipsis 21:9
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¿Qué significa Apocalipsis 21:9?, la importancia y las lecciones que podemos aprender en este versículo:
El contexto de Apocalipsis 21:9
El libro de Apocalipsis es conocido como un libro profético que describe la culminación de la historia humana y el triunfo final de Dios sobre el mal. El capítulo 21 en particular habla sobre la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra, un lugar donde Dios morará con su pueblo y donde no habrá más dolor, sufrimiento o muerte. Es en este contexto que uno de los siete ángeles visita a Juan para mostrarle la desposada, la esposa del Cordero.
¿Quién es la desposada, la esposa del Cordero?
La desposada, la esposa del Cordero, se refiere a la iglesia, el pueblo de Dios. En el Nuevo Testamento, Jesucristo es a menudo descrito como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). La iglesia es vista como la esposa de Cristo, unida a él en amor y compromiso. Esta imagen se utiliza en varias partes de la Biblia, como en Efesios 5:22-33 y en 2 Corintios 11:2.
Reflexiones sobre Apocalipsis 21:9
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Este versículo es una imagen poderosa de la relación entre Cristo y su iglesia. La desposada, la esposa del Cordero, nos recuerda que somos amados y redimidos por Jesucristo. Él nos ha comprado con su preciosa sangre y nos ha unido a él en una unión indisoluble. Como iglesia, estamos llamados a amar y seguir a Cristo, alabando y sirviendo a nuestro Señor.
Además, el hecho de que un ángel sea quien muestra la desposada a Juan destaca la importancia y la belleza de esta relación. Es una bendición y un privilegio ser parte de la iglesia de Cristo, y debemos tener cuidado de guardar y proteger esta unión.
Cómo aplicar Apocalipsis 21:9 en nuestra vida
Como seguidores de Cristo, debemos reflexionar sobre nuestra relación con él y con otros miembros de la iglesia. Debemos perseverar en el amor, la unidad y el servicio, recordando que somos la desposada, la esposa del Cordero. Debemos buscar la voluntad de Dios en todo momento y vivir vidas comprometidas con su obra y su palabra.
Este versículo también nos recuerda la importancia de compartir el Evangelio con otros. Como miembros de la iglesia, hemos experimentado el amor y la gracia de Dios en nuestra propia vida. Debemos compartir esta buena nueva con aquellos que nos rodean, para que también puedan experimentar la gracia de Cristo y convertirse en miembros de la desposada, la esposa del Cordero.
Resolviendo dudas
- ¿Por qué se utiliza la imagen de la desposada, la esposa del Cordero?
La imagen de la desposada, la esposa del Cordero, es una forma de ilustrar la relación cercana y comprometida entre Cristo y su iglesia. Al igual que un esposo y una esposa están unidos en amor y compromiso, la iglesia está unida a Cristo en una unión indisoluble. Esta imagen también destaca el hecho de que Cristo nos redime y nos ama, dándonos la vida eterna como su amada esposa.
- ¿Qué significa que un ángel le muestra la desposada a Juan?
El hecho de que un ángel le muestre la desposada a Juan destaca la importancia y la belleza de esta relación. Como seres celestiales, los ángeles son testigos de la gracia y el amor de Dios, y también están comprometidos en su obra. El ángel que muestra la desposada a Juan nos recuerda el amor y la bendición que recibimos al ser parte de la iglesia de Cristo.
Reflexión Corta: La Esposa del Cordero en Apocalipsis 21:9
¿Alguna vez te has parado a pensar en lo que significa ser parte de la 'esposa del Cordero'? Es un recordatorio hermoso de que no estamos solos; somos amados y elegidos por Cristo. Este vínculo no es solo una metáfora, sino una invitación a vivir profundamente en la comunidad de fe, reflejando ese amor en nuestras vidas y relaciones. Al final, todos estamos llamados a ser parte de algo mucho más grande: la familia de Dios.
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