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Resumen rápido de este versículo
La verdad es que este capítulo es duro pero claro: anuncia juicio por la traición a un pacto y la hipocresía de prometer libertad para luego volver a someter a los más débiles, y al mismo tiempo muestra una pizca de misericordia al anunciar que el rey no morirá a espada. En el fondo nos confronta con dos realidades: Dios exige justicia y cumplimiento de lo prometido, y no ignora el sufrimiento de los vulnerables. Si sientes miedo o dudas por tus faltas, también hay llamado a arrepentirse y cambiar. A veces eso implica aceptar consecuencias, pero también dejar de justificar abusos y corregir conductas. Aplicado hoy: cuida tu palabra, defiende a los que dependen de ti y actúa con coherencia; eso trae paz personal y evita el daño social que este texto denuncia.
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Lectura y Explicación del Capítulo 34 de Jeremías:
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército, todos los reinos de la tierra bajo el señorío de su mano y todos los pueblos peleaban contra Jerusalén y contra todas sus ciudades. Dijo así:
2 Esto ha dicho Jehová, Dios de Israel: Ve y habla a Sedequías, rey de Judá, y dile que así ha dicho Jehová: Yo entregaré esta ciudad al rey de Babilonia, el cual la entregará al fuego.
3 Y tú no escaparás de su mano, sino que ciertamente serás apresado y en su mano serás entregado. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, que te hablará cara a cara, y entrarás en Babilonia.
4 Con todo, oye palabra de Jehová, Sedequías, rey de Judá, porque así ha dicho Jehová acerca de ti: No morirás a espada.
5 En paz morirás, y así como quemaron especias por tus padres, los reyes primeros que fueron antes de ti, las quemarán por ti, y te endecharán diciendo: «¡Ay, señor!», porque yo he hablado la palabra, dice Jehová».
6 Habló, pues, el profeta Jeremías a Sedequías, rey de Judá, todas estas palabras en Jerusalén.
7 Y el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades de Judá que habían quedado: contra Laquis y contra Azeca, porque de las ciudades fortificadas de Judá, solo estas habían quedado.
8 Palabra de Jehová que vino a Jeremías después que Sedequías hizo pacto con todo el pueblo en Jerusalén, para promulgarles libertad,
9 que cada uno dejara libre a su esclavo hebreo y a su esclava hebrea, y que nadie los usara más como esclavos.
10 Cuando oyeron todos los jefes y todo el pueblo que había convenido en el pacto de dejar libre cada uno a su esclavo y cada uno a su esclava, que nadie los usara más como esclavos, obedecieron y los dejaron libres.
11 Pero después se arrepintieron e hicieron volver a los esclavos y a las esclavas que habían dejado libres, y de nuevo los sujetaron como esclavos y esclavas.
12 Vino, pues, palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:
13 Así dice Jehová, Dios de Israel: Yo hice pacto con vuestros padres el día que los saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre, diciendo:
14 Al cabo de siete años dejará cada uno a su hermano hebreo que le hubiera sido vendido; durante seis años le servirá, y luego lo dejará ir libre. Pero vuestros padres no me escucharon ni inclinaron su oído.
15 Vosotros os habíais hoy convertido y habíais hecho lo recto delante de mis ojos, anunciando cada uno libertad a su prójimo; y habíais hecho pacto en mi presencia, en la casa en la cual es invocado mi nombre.
16 Pero os habéis vuelto atrás y profanado mi nombre, y habéis vuelto a tomar cada uno a su esclavo y cada uno a su esclava, que habíais dejado libres a su voluntad, y los habéis sujetado para que os sean esclavos y esclavas.
17 Por tanto, así dice Jehová: Ya que vosotros no me habéis escuchado para promulgar cada uno libertad a su hermano y cada uno a su compañero, he aquí que yo promulgo libertad, dice Jehová, a la espada, a la pestilencia y al hambre; y os pondré por afrenta ante todos los reinos de la tierra.
18 Y entregaré a los hombres que quebrantaron mi pacto, que no han llevado a efecto las palabras del pacto que celebraron en mi presencia dividiendo en dos partes el becerro y pasando por medio de ellas;
19 a los jefes de Judá y a los jefes de Jerusalén, a los oficiales, a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra, que pasaron entre las partes del becerro,
20 los entregaré en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan su vida; y sus cadáveres serán comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra.
21 A Sedequías, rey de Judá, y a sus jefes los entregaré en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida y en manos del ejército del rey de Babilonia, que se ha retirado de vosotros.
22 Yo mandaré, dice Jehová, y los haré volver a esta ciudad. Pelearán contra ella, la tomarán y la entregarán al fuego. Y convertiré en desolación las ciudades de Judá, hasta no quedar habitante alguno».
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Estudio y Comentario Bíblico de Jeremías 34:
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