Explicación de 2 Crónicas 11:5

La importancia de fortificar nuestra fe en Dios

Contexto histórico

El versículo de la Biblia que se encuentra en 2 Crónicas 11:5 menciona a Roboam, uno de los reyes de Israel que habitó en Jerusalén y edificó ciudades para fortificar a Judá. Este hecho sucedió después de la división del reino de Israel en dos partes, la del norte y la del sur. Jerusalén pertenecía a la parte sur, la cuales estuvo bajo el gobierno de la tribu de Judá. Roboam, por lo tanto, decidió edificar ciudades para poder fortificar la zona y protegerla de posibles ataques.

Aplicación a la vida cristiana

Este versículo de la Biblia nos llama a fortificar nuestra vida en Cristo. Al igual que Roboam edificó ciudades para proteger su reino, nosotros debemos ser diligentes en fortalecer nuestra fe en Dios. Debemos hacerlo por medio del estudio de su Palabra, la oración, la adoración y la comunión con otros creyentes. De esta manera, nos convirtamos en personas que puedan resistir cualquier ataque del enemigo.

Reflexiones

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Así como Roboam edificó ciudades para proteger su reino temporal, nosotros debemos fortificar nuestra vida espiritual para proteger nuestra alma y tener una relación más cercana con Dios. La Biblia nos exhorta a poner nuestras vidas en sus manos y seguir sus mandamientos. Debemos ser como Roboam y edificar nuestra vida en Cristo.

Dudas resueltas

Es posible que nos preguntemos cómo podemos fortificar nuestra vida en Cristo. Una forma de hacerlo es por medio del estudio de la Palabra, en la que podremos conocer los pensamientos de Dios y comprender su voluntad para nuestras vidas. Además, la oración es clave para tener una comunión cercana con él. También es importante congregarnos con otros creyentes, en donde podremos compartir nuestras experiencias y recibir apoyo en nuestra vida cristiana.

Conclusión

El versículo de 2 Crónicas 11:5 nos invita a seguir el ejemplo de Roboam y edificar nuestro ser en Cristo. Debemos ser diligentes en fortalecer nuestra fe en Dios para poder resistir cualquier ataque del enemigo y tener la protección divina en nuestra vida. Además, debemos recordar que la fortificación es un proceso constante que debe llevarse a cabo día a día, de manera firme y constante.