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Explicación del Versículo 11, Capítulo 9, Libro de Zacarías del Antiguo Testamento en la Biblia. Autor: Zacarías.
Versículo Zacarías 9:11 de la Biblia
‘Tú también, por la sangre de tu pacto, serás salva; he sacado a tus presos de la cisterna en que no hay agua.’
Zacarías 9:11
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¿Qué significa Zacarías 9:11?, la importancia y las enseñanzas que podemos conocer en este verso:
Zacarías 9:11 - Un pacto de redención
El libro de Zacarías es un llamado a la esperanza y la restauración que Dios promete a su pueblo. En el versículo 11 del capítulo 9, encontramos una promesa de salvación por medio de la sangre del pacto. Este versículo nos invita a reflexionar acerca del significado de la sangre en la Biblia y cómo la salvación se obtiene por medio de nuestra fe en el sacrificio de Jesucristo.
La sangre en la Biblia
La sangre es un símbolo muy importante en la Biblia. En los sacrificios del Antiguo Testamento, la sangre era derramada como parte de la expiación de los pecados del pueblo. Pero la sangre de Jesucristo es diferente, ya que su muerte en la cruz fue el sacrificio perfecto y definitivo para la remisión de nuestros pecados.
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En el Nuevo Testamento, la sangre de Cristo es mencionada como una de las señales del nuevo pacto entre Dios y su pueblo. En la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros" (Lucas 22:20). Así, la sangre de Cristo simboliza la nueva alianza a través de la cual Dios ofrece la salvación a todos los que creen en Él.
La salvación por medio de la fe en Cristo
El versículo 11 de Zacarías 9 nos muestra que la salvación es un don de Dios que se obtiene por medio de la fe. La sangre de Cristo es el medio por el cual podemos ser salvados, pero debemos creer en su obra redentora para recibir esa salvación.
La idea de la salvación por medio de la fe en Cristo se encuentra en muchos otros pasajes del Nuevo Testamento. Por ejemplo, en Efesios 2:8-9, leemos: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". La salvación no es algo que podamos ganar por nuestras propias obras, sino que es un regalo gratuito de Dios para aquellos que creen en Él.
Una promesa de liberación
La segunda parte del versículo 11 de Zacarías 9 nos muestra que Dios nos promete liberación de la cisterna en la que estamos atrapados. La cisterna simboliza el pecado y la opresión, y Dios promete sacarnos de ella por medio de la salvación que ofrece en Jesucristo.
La promesa de liberación es una verdad que se encuentra a lo largo de toda la Biblia. En el Salmo 40:2, David escribe: "Sacóme del hoyo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos". Así también, en Efesios 2:1-2, leemos: "Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados... entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás".
Dios nos ofrece liberación del pecado y la muerte por medio de Cristo. Él promete llevarnos de la cisterna en la que estamos atrapados y darnos vida nueva en Él.
Conclusión
El versículo 11 de Zacarías 9 es una promesa de salvación por medio de la sangre del pacto. Debemos reflexionar acerca del significado de la sangre en la Biblia y cómo la salvación se obtiene por medio de nuestra fe en el sacrificio de Jesucristo. Dios nos promete liberación del pecado y la muerte por medio de Cristo, y debemos creer en Él para recibir esa salvación. Que esta promesa de redención nos llene de esperanza y nos impulse a buscar cada día una relación más profunda con nuestro Salvador.
Reflexión Corta: La Promesa de Salvación en Zacarías 9:11
Zacarías 9:11 nos recuerda con ternura que en medio de nuestras luchas y la oscuridad del pecado, Dios ha hecho un pacto de amor y redención con nosotros. La sangre del nuevo pacto no solo simboliza la salvación, sino también el abrazo del Padre que, con cariño, nos invita a salir de la cisterna de la desesperación. En este acto de gracia, encontramos esperanza y un renovado sentido de vida, recordando que siempre podemos volver a Él, el autor de nuestra salvación.
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