Explicación de Mateo 12:18

Mateo 12:18 - Este es mi siervo, a quien he escogido; mi amado, en quien se agrada mi alma.

El versículo en cuestión se encuentra en el libro de Mateo, en el capítulo 12, y es una cita del profeta Isaías. Este pasaje es importante porque destaca la conexión entre Dios el Padre y Jesucristo, su Hijo. Aquí, Dios declara que Jesús es su siervo escogido y amado. Esto significa que Jesús es el enviado especial de Dios a la tierra, y que cumplirá los propósitos de Dios. Jesús es el elegido para llevar a cabo la salvación de la humanidad.

Jesús, el siervo de Dios escogido y amado

La idea del "siervo de Dios" se encuentra en el Antiguo Testamento y se refiere a aquellos que son elegidos por Dios para llevar a cabo sus planes. En el Nuevo Testamento, este título se aplica a Jesús, quien es llamado el siervo de Dios en varias ocasiones. La idea de amado nos habla del gran cariño y la satisfacción de Dios hacia su Hijo, este es un título de gran honor, que muestra la devoción y la estima que Dios tiene por Jesús.

Pondré mi Espíritu sobre él

En este versículo, Dios también declara que pondrá su Espíritu sobre Jesús, lo cual se cumplió durante el bautismo de Jesús, donde el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma. La presencia del Espíritu Santo en Jesús es fundamental en su ministerio terrenal, ya que esto le dio el poder para hacer milagros y predicar con autoridad divina.

Jesús, el anunciador del juicio a los gentiles

La última parte del versículo dice que Jesús anunciará juicio a los gentiles. El término "gentiles" se refiere a todos aquellos que no son judíos. Esto significa que el mensaje de Jesús no se limita sólo a los judíos, sino que es también para todos aquellos que lo acepten como su salvador. La palabra "juicio" se refiere a la idea de juicio divino, el cual es un tema común en la Biblia. Es importante entender que este juicio no es necesariamente malo, sino un juicio justo que traerá justicia para los que han creído en Dios.

Reflexiones

Este pasaje de Mateo 12:18 tiene varias reflexiones importantes. Primero, nos muestra la relación especial que existe entre Dios el Padre y Jesucristo. Esta relación única es la base del ministerio de Jesús en la tierra. Segundo, nos habla de la importancia del Espíritu Santo en la vida y ministrio de Jesús. Tercero, Jesús se ofreció como siervo de Dios, para que todos nosotros podamos tener acceso a la salvación. Finalmente, este pasaje nos dice que el mensaje de Jesús no es sólo para los judíos, sino para todas las naciones de la tierra.

Aplicaciones en nuestra vida

Mateo 12:18 también tiene aplicaciones importantes en nuestra vida cotidiana. Debemos recordar que, así como Dios eligió a Jesús como su siervo escogido y amado, nosotros también somos importantes para Dios. Él nos ha elegido y nos ama de la misma manera. Además, debemos buscar ser guiados por el Espíritu Santo en nuestro propio ministerio, al igual que Jesús. Y finalmente, debemos compartir el mensaje de Jesús con todas las personas, sin importar su origen étnico o cultural.

Resolviendo dudas y respondiendo preguntas frecuentes

¿Por qué Jesús es el siervo escogido de Dios?

Jesús es el siervo escogido de Dios porque él es el único que pudo cumplir el plan de salvación que Dios tenía para la humanidad. Jesús es perfectamente Dios y perfectamente hombre, lo que lo convierte en el mediador perfecto entre Dios y el hombre. Además, él fue el único que pudo sacrificar su vida para cubrir nuestros pecados y reconciliarnos con Dios.

¿Por qué es importante la presencia del Espíritu Santo en la vida de Jesús?

La presencia del Espíritu Santo en la vida de Jesús es importante porque le dio poder para hacer milagros y predicar con autoridad divina. Además, el Espíritu Santo guió a Jesús en su ministerio terrenal, lo que ayudó a cumplir los propósitos de Dios en la tierra.

¿Por qué necesitamos compartir el mensaje de Jesús con todas las personas?

Necesitamos compartir el mensaje de Jesús con todas las personas porque es la única forma de que puedan conocer a Dios y obtener la salvación. El mensaje de Jesús no es sólo para un grupo selecto de personas, sino que es para todos los pueblos y naciones de la tierra. Es nuestra responsabilidad como cristianos compartir este mensaje con todos aquellos que aún no lo conocen.