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Significado, Estudio y Explicación del Versículo 28, Capítulo 14, Libro de Lucas del Nuevo Testamento de la Biblia. Autoría: Lucas.
Versículo Lucas 14:28 de la Biblia
‘¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?’
Lucas 14:28
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¿Qué significa Lucas 14:28?, su importancia y lecciones que podemos aprender de este verso:
Calculando los gastos antes de construir
Introducción
El crecimiento espiritual no sucede de la noche a la mañana. Es un proceso que requiere tiempo, perseverancia y planificación. En Lucas 14:28, Jesús habla sobre la importancia de calcular los gastos antes de emprender una tarea. Esta metáfora de la construcción de una torre nos muestra que debemos ser sabios, prudentes y previsores en todo lo que hacemos en la vida.
¿Qué significa este versículo?
En el contexto de este versículo, Jesús está hablando sobre el costo de seguirlo como discípulo. Él les dice a sus seguidores que deben estar dispuestos a renunciar a todo lo que tienen y contar el costo antes de decidirse a seguirlo. La construcción de una torre puede ser una metáfora para cualquier proyecto que busquemos emprender en nuestras vidas.
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Calculando los gastos antes de construir significa tener una visión clara de lo que queremos lograr y los medios necesarios para lograrlo. Esto no solo se aplica a proyectos materiales, sino también a nuestra vida espiritual. Debemos ser conscientes de cuánto tiempo, esfuerzo y recursos necesitamos para crecer y madurar como cristianos.
¿Cómo nos ayuda este versículo?
Este versículo nos ayuda a tomar decisiones cuidadosas y sabias. Si queremos construir algo que sea duradero y sólido, es necesario planificar y poner mucho esfuerzo en cada paso del proceso. Si queremos crecer en nuestra fe, debemos estar dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo en nuestra relación con Dios.
También nos invita a ser realistas. En lugar de tener expectativas poco realistas, debemos ser honestos con nosotros mismos acerca de lo que podemos lograr con los recursos que tenemos. Debemos aprender a administrar bien nuestros recursos, ya sea que se trate de tiempo, talentos o dinero.
Reflexiones
La construcción de una torre es una tarea enorme que requiere planificación y disciplina. Pero así como la construcción de una torre puede ser abrumadora, también puede ser una fuente de gratificación y recompensa. Si nos tomamos el tiempo para calcular los costos, podemos estar seguros de que lo que construimos será duradero y resistente.
Del mismo modo, si queremos crecer en nuestra fe y seguir a Jesús de manera íntegra, debemos estar dispuestos a contar el costo. Debemos estar dispuestos a sacrificar nuestras comodidades y comodidades mundanas para seguir la voluntad de Dios. Pero al hacerlo, nos convertiremos en edificios sólidos y fuertes que no se tambaleen ante las tormentas de la vida.
Aplicación práctica
Para aplicar este versículo en nuestra vida práctica, debemos tomar el tiempo para pensar en nuestras metas y objetivos a largo plazo. Podemos hacer una lista de las cosas que queremos lograr y luego empezar a planificar cómo vamos a lograrlas. Es importante tener en cuenta que la planificación no significa que debamos tener todo bajo control, sino que debemos tener una idea clara de lo que queremos lograr y cómo vamos a hacerlo.
También debemos ser realistas acerca de nuestros recursos. Si no tenemos el tiempo, el dinero o los recursos necesarios para lograr nuestra meta, es posible que tengamos que ajustar nuestros planes o encontrar una manera de obtener los recursos necesarios.
En última instancia, al contar el costo y planificar cuidadosamente, podemos construir una vida sólida y resistente que honre a Dios.
Reflexión Corta: El Costo de Construir una Vida en Cristo
Contemplar el costo de seguir a Jesús es un llamado a la valentía y a la sinceridad con nosotros mismos. Cada decisión que tomamos en nuestro camino espiritual es un ladrillo en la edificación de nuestra vida. Al sopesar nuestros esfuerzos y recursos, descubrimos que el sacrificio, aunque a veces difícil, se convierte en la base de una edificación sólida. HACERLO significa abrazar la transformación y encontrar propósito en cada paso, llevando a cabo la obra de Dios en nosotros con gratitud y amor.
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