Explicación de Job 41:18

El libro de Job es una de las partes más antiguas de la Biblia. Es una historia poderosa sobre un hombre llamado Job quien fue un hombre piadoso y justo. Sin embargo, Satanás pone a Job a prueba y lo lleva a enfrentar una serie de tragedias. En el medio de todo aquello, Job llega a comprender profundamente la soberanía de Dios sobre su vida y su mundo. Es en medio de ese contexto que encontramos el versículo de Job 41:18, el cual dice: "Cuando estornuda, lanza relámpagos; sus ojos son como los párpados del alba."

Este pasaje hace referencia, en concreto, al Leviatán una criatura mítica que aparece en la Biblia. En el contexto del resto del capítulo, el Leviatán se describe como un monstruo o serpiente marino enorme, que solo Dios puede controlar. El poema que describe al Leviatán en el capítulo 41, es una obra brillante que lo pinta como una figura impresionante de la naturaleza. Esta figura es descrita como símbolo de fuerza imparable y resplandor, algo así como una fuerza divina de la naturaleza.

El versículo, en sí, describe el estornudo del Leviatán, el cual es tan poderoso que lanza relámpagos. Además, sus ojos son comparados con los párpados del alba, lo cual sugiere una fórmula poética que crea una imagen de la brillante luz del sol al salir. Esas imágenes intensas y poéticas ayudan a crear una imagen vívida y real de esta criatura mitológica.

Es interesante notar que el Leviatán, aunque es una figura mítica, simboliza el poder y la majestuosidad de Dios y su creación. La naturaleza del Leviatán es similar a la de las grandes fuerzas de la naturaleza, como un tornado o un huracán. Su poder es incontrolable y resulta sorprendente que una criatura así esté bajo el control divino.

En cuanto a la aplicación práctica del versículo, quizás la lección más importante que podemos aprender de esta historia es la importancia de la humildad. Es fácil creer que tenemos el control de nuestras vidas, pero este versículo y el resto del poema nos recuerdan que solo Dios tiene el poder de crear algo tan fuerte y fascinante como el Leviatán. Por lo tanto, debemos acudir a Él con humildad, conscientes de nuestra falta de capacidad para controlar nuestras vidas y nuestro futuro.

Finalmente, es importante recordar que la Biblia es un libro lleno de poesía y metáforas que nos ayudan a entender la naturaleza y el carácter de Dios. El versículo de Job 41:18 es un ejemplo más de cómo podemos aprender aspectos relacionados con Dios mediante la comprensión de las metáforas que utiliza la Escritura. Quizás nunca veamos al Leviatán con nuestros propios ojos, pero podemos comprender la importancia de su existencia y lo que simboliza.