Explicación de Hechos 14:20

La historia detrás de Hechos 14:20

Hechos 14:20 relata un momento interesante en la vida del Apóstol Pablo. El capítulo 14 del libro de los Hechos de los Apóstoles, nos muestra cómo Pablo y Bernabé estuvieron predicando en la ciudad de Listra, donde un hombre cojo fue sanado por el poder de Dios. Los habitantes de la ciudad pensaron que Pablo y Bernabé eran dioses y quisieron ofrecerles sacrificios en su honor. Los apóstoles, angustiados por el error, les afirmaron que ellos eran simples hombres y que solo predicaban el evangelio del Dios viviente.

Un momento difícil

Después de esto, algunos judíos de Iconio y Antioquía llegaron a Listra y sembraron la discordia entre la multitud, lo que provocó que apedrearan a Pablo y lo arrastraran fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. Sin embargo, los discípulos se congregaron alrededor del cuerpo inmóvil de Pablo y oraron fervientemente por su recuperación.

En un momento impresionante, Pablo se levantó, como si nada hubiera pasado y decidió continuar con su trabajo evangelizador. El versículo en cuestión, nos muestra la valentía de Pablo, quien a pesar de haber sido apedreado, se levantó y entró a la ciudad con la ayuda de los discípulos. Al día siguiente, salió junto a Bernabé a la ciudad de Derbe para continuar su labor evangelizadora, a pesar de los riesgos y las dificultades que les seguían.

La lección de Hechos 14:20

Este versículo nos enseña una importante lección: no debemos desfallecer en nuestra labor evangelizadora, a pesar de las dificultades que puedan surgir. La perseverancia y la determinación son valores fundamentales para el cristiano, y en momentos difíciles, es importante recordar que somos más que vencedores en aquel que nos amó. La fortaleza física de Pablo después de haber sido apedreado no fue casualidad, fue el resultado de su fe y su entrega al trabajo del Señor.

Cómo podemos aplicar Hechos 14:20 en nuestra vida

Cada uno de nosotros enfrenta diferentes tipos de dificultades en nuestras vidas, ya sean físicas, emocionales, mentales o espirituales. La historia de Pablo nos enseña que, aunque las adversidades pueden ser difíciles, no debemos renunciar a nuestra labor cristiana. Debemos tener la misma determinación de Pablo y seguir adelante, confiando en que la fuerza y la sabiduría para superar cualquier problema proviene de Dios.

Si nos encontramos en una situación difícil, podemos orar fervientemente, como los discípulos, y pedir la ayuda de nuestros hermanos en la fe. Además, podemos leer y estudiar las Escrituras, buscando inspiración y ánimo en momentos de incertidumbre.

En conclusión, Hechos 14:20 nos recuerda la importancia de seguir adelante en la labor cristiana, a pesar de los obstáculos que puedan surgir. La perseverancia y la determinación son valores fundamentales para nuestro crecimiento espiritual y debemos recordar que, con la ayuda de Dios y nuestros hermanos en la fe, podemos superar cualquier dificultad.