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Explicación del Versículo 4, Capítulo 7, Libro de Génesis del Antiguo Testamento en la Biblia. Autoría: Moisés.
Versículo Génesis 7:4 de la Biblia
‘Y pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y borraré de la faz de la tierra a todo ser viviente que hice».’
Génesis 7:4
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¿Qué significa Génesis 7:4?, su importancia y reflexiones que podemos aprender con este verso:
La historia detrás del versículo
El versículo Génesis 7:4 es parte del relato del Diluvio Universal en la Biblia. Antes de este versículo, Dios se había cansado del pecado y la maldad de la humanidad y decidió exterminar todo ser viviente de la faz de la tierra.
Dios instruyó a Noé, quién encontró gracia ante los ojos de Dios, para construir un arca y llevar a su familia y apareja de cada especie animal limpia (7 parejas de las aves y animales puros y 1 pareja de los impuros) a bordo del arca para ser salvados.
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Dios le dijo a Noé que esperara siete días más antes de que comenzara la lluvia para que el resto de la humanidad tuviera la oportunidad de arrepentirse y voltear a Dios. Sin embargo, no hubo arrepentimiento y comenzó a llover durante cuarenta días y noches como lo había prometido Dios.
Significado y aplicación
Este versículo muestra dos aspectos importantes de la naturaleza de Dios. En primer lugar, que Dios es un Dios justo y que no tolerará el pecado y la maldad. En segundo lugar, Dios es un Dios misericordioso y ofrece oportunidades para que la gente se arrepienta y cambie su camino antes de que llegue la destrucción.
Así como Dios esperó por un tiempo para que la humanidad se arrepintiera antes de enviar el diluvio, podemos aplicar esto en nuestras vidas. Dios no quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen al arrepentimiento, como nos lo dice 2 Pedro 3:9. Por esta razón, cada día que estamos vivos, es una oportunidad que Dios nos da de dar un giro en nuestras vidas y buscar Su voluntad.
Además, este versículo también nos recuerda nuestra responsabilidad de compartir el mensaje del evangelio con aquellos que aún no lo conocen. Dios nos ha dado una tarea importante de ser embajadores de Cristo en la tierra, y como tal, debemos compartir el amor de Dios con aquellos que nos rodean y enseñarles la verdad de la Palabra de Dios.
Resolviendo dudas
1. ¿Por qué Dios decidió enviar el diluvio?
Dios estaba cansado de la maldad y la corrupción de la humanidad. Los hombres habían abandonado a Dios, adorando dioses falsos y haciendo lo que les parecía correcto. Por lo tanto, Dios decidió que era hora de detener esto y comenzar de nuevo.
2. ¿Por qué Dios decidió esperar siete días antes de que llegara el diluvio?
Dios esperó siete días más para dar la oportunidad a cualquier persona que quisiera arrepentirse y volverse a Él. Esta es una muestra del carácter misericordioso de Dios. Él no desea destruir a la humanidad, sino que todos se arrepientan y cambien su camino.
3. ¿Cómo podemos aplicar esto en nuestra vida diaria?
Podemos aplicar esto siendo fieles a Dios y a Su Palabra todos los días, compartiendo el mensaje del evangelio con aquellos que nos rodean y recordando que cada día es una oportunidad de buscar la voluntad de Dios y arrepentirnos de nuestros pecados.
Conclusión
El versículo Génesis 7:4 es parte de una historia importante en la Biblia que nos enseña sobre la justicia y misericordia de Dios y nuestra responsabilidad de compartir el evangelio con aquellos que nos rodean. Es un recordatorio de que Dios no quiere que nadie perezca y que cada día es una oportunidad para arrepentirse y buscar Su voluntad.
Reflexión Corta: La Oportunidad de un Nuevo Comienzo
Génesis 7:4 nos recuerda que, incluso en medio del juicio, la misericordia de Dios brilla intensamente. Ese tiempo de espera que Dios concedió, no solo para Noé, sino para toda la humanidad, es un testimonio del amor incondicional que nos ofrece siempre una segunda oportunidad. Cada uno de nosotros tiene ese arca en sus manos: la posibilidad de cambiar, de volver a Él, de buscar Su voluntad. Que nunca pasemos por alto los días que se nos dan para arrepentirnos y abrazar la nueva vida que Él nos ofrece, porque en cada amanecer hay esperanza renovada.
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