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Explicación y Significado y Estudio del Versículo 21, Capítulo 38, Libro de Ezequiel del Antiguo Testamento de la Biblia. Autoría: Ezequiel.
Versículo Ezequiel 38:21 de la Biblia
‘En todos mis montes llamaré contra él a la espada, dice Jehová, el Señor; la espada de cada cual estará contra su hermano.’
Ezequiel 38:21
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¿Qué significa Ezequiel 38:21?, la importancia y los mensajes que podemos conocer en este verso:
Ezequiel 38:21
La Profecía Bíblica
En el Antiguo Testamento de la Biblia, los profetas eran llamados mensajeros de Dios. Fueron enviados para hablar en nombre del Todopoderoso y para transmitir las palabras divinas a la humanidad. Uno de esos profetas fue Ezequiel, quien recibió visiones divinas y palabras de Dios durante varios años. En el capítulo 38 del libro de Ezequiel, Dios le ha hablado acerca de una gran batalla que tendrá lugar en los últimos días. Esta batalla implicará una coalición de naciones que vendrán contra Israel, pero Dios promete protección a su pueblo. Entre las palabras que Dios ha dicho en este pasaje, podemos encontrar Ezequiel 38:21 que dice: "En todos mis montes llamaré contra él a la espada, dice Jehová, el Señor; la espada de cada cual estará contra su hermano."
La Palabra de Dios
La Biblia es nuestra guía y fuente de sabiduría en todos los aspectos de la vida, incluyendo la profecía bíblica. Dios ha hablado a través de las Escrituras, y cada versículo tiene un significado y un propósito. Ezequiel 38:21 es una profecía que nos recuerda que Dios está en control de los eventos mundiales y que Él tiene el poder para cambiar las cosas. Las montañas son a menudo símbolos de fuerza, estabilidad y poder. Por lo tanto, cuando Dios dice que llamará a la espada en todos sus montes, está diciendo que traerá la destrucción y la violencia contra el enemigo que se encuentra en Israel.
El Juicio de Dios
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Este versículo también habla sobre el juicio de Dios. Algo muy importante que notar es que en este pasaje, la causa de este juicio es la agresión de las tropas que vienen contra Israel. Las Escrituras enseñan que aquellas personas que se oponen a Dios y su pueblo recibirán su justa recompensa. Pero algo muy interesante que se menciona es que la espada de cada uno estará contra su hermano. Esto significa que no habrá acuerdo entre los enemigos. La coalición de naciones que vendrán en contra de Israel estará llena de discordia e inestabilidad interna. Entonces, en esta profecía, vemos que Dios está no solo al mando de las cosas, sino que también su juicio está basado en justicia y equidad.
Aplicación Práctica
Este pasaje difícilmente nos otorgará, una aplicación práctica directa para nuestras vidas diarias, sin embargo, de manera indirecta, podemos aplicar el tema de la provisión y la protección de Dios. Tal como lo promete en el pasaje, podemos confiar en que Dios es un Dios de justicia. Cuando enfrentamos situaciones difíciles, como una crisis personal o familiar, podemos confiar en que Dios es quien nos ayudará a enfrentar estas situaciones. Nosotros como creyentes, Debemos tener la certeza de que Dios mismo se encarga de luchar junto a nosotros mientras Él obra detrás de las escenas para nuestro bienestar y seguridad.
Conclusión
En conclusión, Ezequiel 38:21 es una profecía importante en la Biblia que nos recuerda el poder y la sabiduría de Dios en su gobierno y su juicio. A través del ejemplo de Israel, vemos que Dios es quien protege y provee para su pueblo, pero también es un Dios justo que castiga a aquellos que se oponen a Él y su pueblo. Como creyentes, podemos encontrar consuelo y seguridad en Dios, sabiendo que Él nos guiará a través de las dificultades y luchas de la vida.
Reflexión Corta: La Esperanza en Medio de la Tormenta
A medida que leemos Ezequiel 38:21, una profunda verdad resuena en nuestros corazones: incluso en los momentos más oscuros de confrontación y caos, Dios se mantiene firme a nuestro lado. La promesa de Su protección nos envuelve como un abrigo cálido en el más frío de los inviernos. Si bien las batallas de la vida pueden ser implacables, recordemos que no estamos solos; hay un Dios que lucha por nosotros y que, en medio de la discordia, nos brinda esperanza y unidad. Su justicia prevalecerá, y aunque las espadas puedan cruzarse, Su amor nos dará fuerza para seguir adelante con fe y valentía.
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