La frase «Y despertó Jehová el espíritu» aparece en varios pasajes de la Biblia y se refiere a la acción de Dios de inspirar o impulsar a alguien a hacer algo. En general, esta frase se utiliza para mostrar cómo Dios guía y dirige a las personas en su camino.
En resumen, la frase «Y despertó Jehová el espíritu» se refiere a la acción de Dios de inspirar o impulsar a alguien a hacer algo. Esta frase se utiliza en varios pasajes de la Biblia para mostrar cómo Dios guía y dirige a las personas en su camino.
Y Despertó Jehová El Espíritu
Tema: Para Reedificar Necesitamos Un Avivamiento
Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios,
Hageo 1:14 (RVR60)
Significado de Y despertó Jehová el Espíritu
Para que la obra, y el trabajo de reedificar la casa del Señor se lleve acabo, se va necesitar una intervención divina de parte de Dios en nuestros medios. Va tomar que nosotros estemos abiertos a que el Señor nos vuelva avivar, y despertar nuestro espíritu. ¡Solo así nos levantaremos y edificaremos su morada. En Romanos 12:11 su Palabra nos dice, “en lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”. Hoy esto es lo que necesitamos, un espíritu ferviente, apasionado para servir al Señor y cumplir con la tarea que se nos a encomendado.
Esto es lo que sinceramente necesitamos hoy día, que Dios despierte en nosotros un animo y una diligencia para edificar. En esta mañana te pregunto, ¿Qué te esta deteniendo para edificar la casa del Señor? Hoy es el tiempo para que dejes la indiferencia, la pereza, y el temor un lado. ¡Toma el desafío del Señor para trabajar y hacer la diferencia en su Casa! Dios nos a prometido una gloria postrera mayor, un futuro que será mas glorioso que nuestro pasado. Pero para que esta promesa se cumpla necesitamos que Dios urgentemente encienda la llama y el fuego del Espíritu Santo en nosotros.
No hay nada que se compara a un avivamiento genuino en nuestros corazones. Es muy cierto, que cuando hay el fuego y pasión de Dios en nuestros corazones, ¡no hay nada que nos detenga! No habrá desanimo, oposición o aun la grandeza de la tarea que logre detenernos. Estaremos firmes y constantes haciendo la obra del Señor como lo declara 1 Corintios 15:58, “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”
La necesidad de despertar el espíritu
Propósito: Entender la necesidad que hoy tenemos de ser despertados en nuestro espíritu para hacer la obra de Dios.-Hageo 1:12 Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová.13 Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová.14 Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios,15 en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío.
El libro de Hageo, del cual hemos leído un par de versículos es un llamado a despertar al pueblo ocioso y animarlos a concluir el templo de Dios. Fue fácil lograr empezar el trabajo cuando acababan de llegar a la Tierra Santa, por cuanto todos tenían dedicación y entusiasmo. Pero después de meses de pruebas y oposición, la obra se hizo más lenta y a la larga se detuvo por 15 años. Pero ¿Qué nos dice el profeta Hageo hoy?, ¿tendrá Dios la misma necesidad de despertar a su pueblo a hacer la obra de Dios? Para eso debemos entender primero que significaba el Templo.
En el templo se adoraba a Dios, se realizaban los sacrificios, se celebraban las grandes fiestas de los judíos, como la pascua y los tabernáculos. El templo era el orgullo de la nación puesto que simbolizaba que Dios estaba con su pueblo. Pero aquel lugar había sido destruido en el 587 antes de Cristo, los ejércitos Babilónicos de Nabucodonosor II, habían entrado a la ciudad, la habían destruido y saqueado incluyendo el magnífico tempo de Salomón.