Explicación de Nehemías 13:29

Nehemías 13:29 - Un llamado a la santificación

Cuando leemos este versículo, podemos sentir la indignación de Nehemías. Después de trabajar arduamente para restaurar los muros de Jerusalén y reconstruir el templo, se entera de que algunos sacerdotes y levitas han desobedecido la Ley de Dios y se han unido en matrimonio con mujeres extranjeras.

Este versículo es una oración de Nehemías pidiéndole a Dios que recuerde a aquellos que han contaminado el sacerdocio y el pacto del sacerdocio. La pureza y la santidad son fundamentales para el sacerdocio y la adoración a Dios. La contaminación de estos elementos no solo comprometía la santidad del culto levítico, sino que tambien abría la puerta a la corrupción espiritual y moral.

¿Qué podemos aprender de Nehemías 13:29?

Aunque este versículo se refiere específicamente a la corrupción en el sacerdocio, hay algunos principios más amplios que podemos aplicar a nuestras vidas. Primero, la santidad es importante para Dios y para su pueblo. La Biblia nos llama a ser santos como Dios es santo (1 Pedro 1:16), y esto significa alejarse del pecado y buscar la pureza y la integridad.

Segundo, la disciplina y la corrección son necesarias para mantener la santidad y la pureza. Nehemías no tuvo miedo de enfrentar a los sacerdotes y levitas que habían desobedecido la Ley de Dios, y nosotros también debemos estar dispuestos a confrontar el pecado en nuestras propias vidas y en la vida de la iglesia.

Tercero, la oración es poderosa. Nehemías acude a Dios en oración pidiendo su intervención en esta situación, y nosotros también debemos buscar la guía y la ayuda de Dios a través de la oración.

Resolviendo preguntas y reflexiones sobre el versículo

En muchos aspectos, Nehemías 13:29 es una llamada a la acción. Nos llama a ser diligentes en nuestra búsqueda de santidad y pureza, nos llama a confrontar el pecado en nuestras vidas y en la iglesia, y también nos llama a orar por la intervención divina.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la santidad no es meramente un asunto de comportamiento externo. Como dice nuestro Señor Jesucristo en el evangelio de Mateo, la santidad se trata de lo que hay en el corazón. Por lo tanto, si deseamos ser verdaderamente santos, necesitamos buscar una transformación que abarque todo nuestro ser, desde la mente hasta el espíritu.

Además, al leer sobre los esfuerzos de Nehemías para restaurar la pureza y la santidad en la comunidad de Jerusalén, es evidente que el cambio no siempre es fácil. Incluso después de construir los muros y el templo, las personas todavía luchaban contra la tentación del pecado y la corrupción. Sin embargo, Nehemías nunca se detuvo en sus esfuerzos por restaurar el testimonio de la comunidad frente a Dios.

En conclusión, Nehemías 13:29 es un recordatorio de la importancia de buscar la santidad y la pureza en nuestras vidas y en la comunidad de creyentes. Debemos ser diligentes en la disciplina y la corrección, comprometidos en la oración, y sin dejarnos vencer por la tentación del pecado. La santidad no es una tarea fácil, pero podemos estar seguros de que Dios está de nuestra parte en esta lucha constante en contra del pecado y todo aquello que nos aleja de su santidad.