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Significado, Estudio y Explicación del Versículo 20, Capítulo 21, Libro de 1 Crónicas del Antiguo Testamento en la Biblia. Autoría: Esdras.
Versículo 1 Crónicas 21:20 en la Biblia
‘Al volverse Ornán, que estaba trillando el trigo, vio al ángel, y los cuatro hijos que estaban con él se escondieron.’
1 Crónicas 21:20
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¿Qué significa 1 Crónicas 21:20?, la importancia y lecciones que podemos aprender de este versículo:
El contexto histórico de 1 Crónicas 21:20
El capítulo 21 de 1 Crónicas relata el episodio en el que David, tentado por Satanás, hace un censo del pueblo de Israel en contra del consejo de sus líderes. Como resultado de este pecado, Dios envía un ángel que inflige una plaga en todo el país. Sin embargo, cuando el ángel llega a Jerusalén para destruirla, Dios se arrepiente de su ira y ordena al ángel que pare la plaga en ese lugar. En ese momento, el rey David ve al ángel y reconoce su imprudencia. Entonces, Dios le dice al profeta Gad que le ordene a David que compre el terreno donde el ángel se detuvo. Aquí es donde se menciona el pasaje en cuestión.
La importancia de Ornán en el pasaje
La frase en 1 Crónicas 21:20 que dice "Al volverse Ornán, que estaba trillando el trigo, vio al ángel", es significativa por varias razones. Primero, nos da una idea clara de cómo era la vida cotidiana en Israel en aquellos días. La imagen de un hombre trillando el trigo es una de las muchas escenas que se describen en la Biblia que nos indican los trabajos y costumbres de la época.
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Segundo, el hecho de que David comprara el terreno de Ornán para que allí se construyera un altar a Dios demuestra que no solo los gobernantes, sino también los ciudadanos comunes, tienen un papel vital en la historia de la nación. Dios quería que su pueblo comprendiera que el arrepentimiento y la adoración debían ser parte de la vida de cada individuo.
La reacción de los hijos de Ornán
Otra parte del pasaje que es digna de discusión es la reacción de los cuatro hijos de Ornán al ver al ángel. En lugar de enfrentar al ángel o ayudar a su padre en su encuentro con el ser celestial, ellos simplemente se esconden. Sin embargo, no se menciona ninguna condena por parte de Dios hacia ellos por su cobardía.
Este detalle puede decirnos algo sobre la misericordia de Dios. A menudo pensamos que debemos ser fuertes y valientes para recibir la aprobación de Dios, pero en realidad, Dios entiende nuestras debilidades humanas y nos muestra su compasión incluso cuando fallamos.
Aplicación en nuestras vidas
Entonces, ¿qué podemos aprender de este pasaje y cómo podemos aplicarlo a nuestras vidas? Primero, debemos recordar que Dios es misericordioso y está dispuesto a perdonar cuando nos arrepentimos de nuestros pecados. Segundo, debemos recordar que cada uno de nosotros tiene un papel importante que desempeñar en la historia tanto de nuestra comunidad como de nuestra fe. No importa cuán común o insignificante pueda parecer nuestro trabajo, todo lo que hacemos puede ser utilizado por Dios para su gloria. Finalmente, debemos recordar que incluso cuando somos cobardes o tenemos miedo de enfrentar algo difícil, podemos confiar en la misericordia de Dios y en su capacidad para guiarnos.
Reflexión final
En resumen, 1 Crónicas 21:20 nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios y nuestro papel en su plan para la historia. Al igual que Ornán y sus hijos, todos nosotros tenemos la capacidad de actuar y tomar decisiones que pueden tener un impacto tanto en nuestra vida personal como en la vida de aquellos que nos rodean. Que este pasaje nos anime a ser más conscientes de nuestras acciones y a buscar siempre la voluntad de Dios en todo lo que hacemos.
Reflexión Corta: Del Censo a la Redención
En el fragor del conteo y la arrogancia, David se encuentra con la fragilidad del ser humano ante lo divino. La vida de Ornán, quien trillaba trigo en su rutina diaria, se convierte en un símbolo de esperanza y respuesta ante la intervención celestial. Nos recuerda que, en medio de nuestros miedos y desafíos cotidianos, siempre hay un momento para encontrar la misericordia de Dios. Aunque a veces nos ocultemos detrás de nuestras inseguridades, siempre somos vistos y valorados por el Creador, y nuestras decisiones pueden abrir las puertas a la redención.
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