Explicación de Josué 19:37

En el libro de Josué, en el capítulo 19 y versículo 37, se mencionan tres ciudades: Cedes, Edrei y En-hazor. Estas ciudades pertenecieron a la tribu de Naftalí, y fueron entregadas por Josué a esta tribu como parte de su porción en la distribución de la tierra prometida.

Cedes, que significa "santidad" en hebreo, es una ciudad mencionada varias veces en la Biblia. En los tiempos del Antiguo Testamento, esta ciudad era considerada un lugar sagrado, ya que se encontraba en la frontera entre Israel y Siria. Además, era un lugar de refugio para aquellos que buscaban protección.

Edrei, que significa "amplia llanura", fue otra ciudad de la tribu de Naftalí. Se encuentra ubicada en las Alturas del Golán, en las cercanías del Monte Hermón. En tiempos antiguos, esta ciudad fue considerada una ciudad fortificada y se habla de ella en varios pasajes de la Biblia.

Por último, En-hazor, que significa "fuente de cedro", también era otra ciudad de la tribu de Naftalí. Esta ciudad se encuentra ubicada cerca del monte Tabor y se menciona en la Biblia como un lugar estratégico en tiempos bélicos.

Cada una de estas ciudades, Cedes, Edrei y En-hazor, representan para nosotros hoy en día un ejemplo de cómo podemos encontrar seguridad en Dios y cómo debemos confiar en Él en cada aspecto de nuestra vida. La elección de estas ciudades para la tribu de Naftalí también nos enseña acerca del cuidado y la provisión de Dios para su pueblo.

Así como Dios cuidó de los israelitas y les concedió estas tres ciudades para su protección, podemos tener la certeza de su cuidado en nuestras vidas. Dios quiere cuidarnos y protegernos, tal como lo hizo con los israelitas. Al aceptar su plan para nuestras vidas, podemos estar seguros de que Él nos guiará y proveerá todo lo que necesitamos.

Además, estos nombres de las ciudades también tienen un significado profundo que podemos aplicar en nuestras vidas. Cedes nos habla de la santidad, y la importancia de mantenernos apartados para Dios. Edrei nos habla de la amplitud y la libertad que Dios quiere para nosotros y En-hazor nos habla de la fuente de vida, que es Dios mismo. En cada una de estas ciudades, podemos encontrar un significado profundo y aplicable en nuestra vida espiritual.

En conclusión, estos tres nombres de ciudades mencionadas en el libro de Josué nos enseñan sobre el cuidado y la provisión de Dios para su pueblo, y nos ofrecen un significado profundo que podemos aplicar en nuestras vidas. Debemos buscar la santidad, la amplitud y la fuente de vida que sólo se encuentran en Dios. Asimismo, podemos estar seguros de que Dios nos guiará y protegerá en todo momento, tal como lo hizo con los israelitas.