La fuerza que tenemos en ocasiones disminuye porque estamos en constante bombardeo por parte del enemigo que nos quiere derrotar con tentaciones. Para nosotros los creyentes es importante recordar que no estamos solos, porque tenemos a Dios que no deja que nuestra fortaleza espiritual se agote, renovándolas siempre. Siendo importante que revisemos algunos versículos que confirman lo grandioso que es nuestro padre.
Mejores Versículos en la Biblia sobre Fortaleza Espiritual:
Salmo 37:39-40
“La salvación de los justos viene del SEÑOR; él es su fortaleza en tiempos de angustia. El SEÑOR los ayuda y los libra; los libra de los malvados y los salva, porque en él ponen su confianza”. (Salmo 37:39-40)
En Dios debemos depositar toda nuestra confianza, a cambio él nos dará la fuerza que necesita nuestro espíritu para conquistar cualquier circunstancia. Nuestro cuerpo podrá decaer pero nuestra fe nunca debe vacilar para que de esa manera siempre nos proteja ante todo mal.
1 Crónicas 16:11-12
“¡Refúgiense en el SEÑOR y en su fuerza, busquen siempre su presencia! ¡Recuerden las maravillas que ha realizado, los prodigios y los juicios que he emitido!”. (1 Crónicas 16:11-12)
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El estar cerca del Señor siempre nos traerá renovación, en su presencia nos fortalece y da gozo restaurándonos para seguir delante de la mejor forma. En los momentos que sentimos que nos debilitamos búsquenlo aún más y sin dudar hará cosas maravillosas por todos sus hijos.
2 Samuel 22:2
“El SEÑOR es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! Él es mi protector y mi salvador. ¡Tú, me salvaste de la violencia!”. (2 Samuel 22:2)
En toda la historia Dios ha realizados actos hermosos y bendecido a muchas personas, siendo todos nosotros sus hijos confiemos en que nos protegerá y fortalecerá siempre. Tenemos que tener la fe de que siempre será ese muro invencible que evitara que perezcamos ante algo o alguien que pretenda dañarnos.
Isaías 40:28-29
“¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El SEÑOR es Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. El fortalece al cansado y acrecienta fuerzas del débil”. (Isaías 40:28-29)
Con frecuencia olvidamos el poder que tiene Dios, sabemos que es nuestro creador pero se nos pasa por alto que conoce a sus hijos y lo que ocurrirá. En nuestro Señor podemos lograr todo, porque su gracia no se agota y está constantemente llenándonos de su favor. Cuando necesitemos fuerzas sin vacilar acudamos ante él, acerquémonos a sus enseñanzas para que nos fortifique.
2 Corintios 12:9-10
“Pero él me dijo: <Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.> Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. (2 Corintios 12:9-10)
Pese a cualquier circunstancia que nos ataque y en ocasiones nos tumbe, no debemos temerle porque podremos levantarnos con nuevas fuerzas gracias a Dios. Siempre estará sosteniéndonos a la vez que renovando nuestro espíritu para vencer esas y más dificultades por venir.
Salmos 28:7-8
“El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos les daré gracias. El SEÑOR es la fortaleza de su pueblo, y un baluarte de salvación para su ungido”. (Salmos 28:7-8)
Cada día al levantarnos debemos agradecer a nuestro Señor por todas aquellas cosas que fueron posible por sus bendiciones, lo logrado y la protección que nos dio. El agradecerle nos llena de gozo y a su vez a él también, recordemos y demos gracias por lo grande que ha sido siempre.
Jeremías 16:19
“SEÑOR, fuerza y fortaleza mía, mi refugio en el día de la angustia: desde los confines de la tierra vendrán a ti las naciones y dirán: <Sólo mentira heredaron nuestros antepasados; heredaron lo absurdo, lo que no sirve para nada”. (Jeremías 16:19)
Es el único Dios que ha existido siempre y su verdad la absoluta, en el que podemos confiarnos y descansar tranquilamente porque nada nos ocurrirá. A medida que vemos sus obras podemos darnos cuenta que no hay otro sendero por el cual queramos transitar, en el obtenemos la paz.
Salmos 46:1-2
“Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar”. (Salmos 46:1-2)
Mantengamos fuerte nuestro espíritu y que no dude por ningún momento en que estamos protegidos ante cualquier circunstancia. Teniendo presente que para Dios no hay ningún suceso imprevisto pues él lo sabe todo y ya estamos a salvo de cualquier peligro aunque nosotros no lo sepamos.
Salmos 73:26
“Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna”. (Salmos 73:26)
Aunque existan momentos en que fallemos debido a las cosas que nos pasen, tengamos la plena fe que él no dejara que nos venzan. Caer puede ser algo inevitable si la situación es complicada, pero derrotados jamás estaremos porque tenemos en nuestro corazón a Dios.
Isaías 41:10
“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”. (Isaías 41:10)
Podemos tomar todo lo malo que nos ocurra y dárselo a Dios, podrá con todo, no tenemos que angustiarnos con las cosas desfavorables que tengamos. Basta confiar en el Señor para que podamos descansar en nuestro padre y él nos llene de fortaleza.
Isaías 25:4
“Porque tú has sido, en su angustia, un baluarte para el desvalido, un refugio para el necesitado, un resguardo contra la tormenta, una sombra contra el calor. En cambio, el aliento de los crueles es como una tormenta contra un muro”. (Isaías 25:4)
Ante cualquier hermano Dios ha sido su apoyo incondicional, quien no ha dejado que nada malo les ocurra, esa barrera impenetrable. Nuestro espíritu debe siempre estar en constante fortalecimiento por medio de la palabra para que no olvidemos que esta de nuestro lado.