El camino que tiene preparado Dios es algo maravillo, lleno solo de cosas buenas, pero para poder empezar a transitar necesitamos dejar atrás nuestro viejo yo. Por medio del bautismo nosotros volvemos a nacer como una persona que mora en Dios, viviendo de acuerdo a sus enseñanzas y su verdad.
Esto resulta indispensable para empezar a conocer todo lo que nos tiene preparado nuestro Señor, donde su gloria y bendiciones nunca acabaran. Por ello los invito a descubrir en los siguientes versículos de lo que se trata el bautismo como el primer paso para nuestra nueva vida.
Mejores versículos en la Biblia sobre el Bautismo:
Hechos 2:38-39
“Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados –les contestó Pedro-, y recibirán el don del Espíritu Santo. En efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar”. (Hechos 2:38-39)
Al bautizarnos buscamos arrepentirnos de pecados cometidos debido a nuestra naturaleza humana, que es débil ante las cosas terrenales, al comenzar nuestra nueva vida dejamos atrás todo esto. Renaciendo conforme al propósito y camino correcto que Dios nos dio, recibiendo las bendiciones y la gloria que solo puede provenir de él.
Gálatas 3:26-27
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“Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo”. (Gálatas 3:26-27)
Al empezar nuestra nueva vida en Cristo Jesús todos somos hermanos renacidos en su justicia, dejando atrás el pecado y las cosas banales. Al ser bautizados confirmamos la fe que tenemos en nuestro salvador, esa creencia de que todo lo podemos hacer en él.
Romanos 6:1-3
“¿Qué concluiremos? ¿Vamos a persistir en el pecado, para que la gracia abunde?!De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él? ¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar en su muerte?”. (Romanos 6: 1-3)
Una vez que comenzamos nuestra nueva vida no podemos volver a cometer las fallas del pasado, ya que al tener esta segunda oportunidad poseemos algo que antes no. Es la fuerza que proviene de Dios mediante su palabra para resistir la tentación, ya que morimos como él lo hizo y resucitamos en una nueva persona.
1 corintios 12:13
“Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo –ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres-, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”. (1 Corintios 12:13)
En el momento en que vivimos de nuevo lo hacemos en Cristo, de acuerdo a su palabra y su verdad, por ello somos uno en el Señor. Esto nos enseña que no importa de dónde somos o que tan diferentes nos veamos, debemos amarnos los uno a los otros.
2 juan 3:5
“-Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios –respondió Jesús- “. (2 juan 3:5)
Para entrar en su reino debemos por medio del bautismo reconocer que hemos pecado y arrepentirnos por ello, afirmando nuestra fe en el Señor. Renovando así nuestro espíritu como verdaderos creyentes, recibiendo su justicia y su favor.
Mateo 3:11
“Yo los bautizo a ustedes con agua para que se arrepientan. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”. (Mateo 3:11)
Para un nuevo comienzo el reconocer las cosas que hicimos mal y arrepentirnos por ello es el primer paso que necesitamos para empezar nuestro camino correcto, sin embargo, no es lo único. El que afirma su fe en Dios, entiende que tiene que nacer de nuevo, permitiendo que el Espíritu Santo viva en su interior.
Marcos 16:16
“El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado”. (Marcos 16:16)
Tenemos que tener fe en el creador, así como resurgir de nuevo para poder vivir eternamente, es decir, conociendo a Dios y morando en él para ser salvados. El bautismo se hace con ese propósito, sino estaríamos mintiéndonos a nosotros, debido a que él nos conoce a la perfección y sin renovación no existe su reino.
Colosenses 2:12
“Ustedes la recibieron al ser sepultados con él en el bautismo. En él también fueron resucitados mediante la fe en el poder de Dios, quien lo resucitó de entre los muertos”. (Colosenses 2:12)
El bautismo es la representación de la muerte de Jesús, muere nuestro antiguo yo, dejándolo sepultado con nuestros pecados. Renaciendo por medio de nuestra fe en una nueva persona que vive conforme al camino que Dios ha creado para nosotros.
1 Pedro 3:21
“La cual simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo”. (1 Pedro 3:21)
Nuestro nuevo comienzo viene marcado por el transitar en la senda del Señor, cumpliendo su palabra. Pero entendamos que el habernos arrepentido de nuestros pecados siendo estos perdonados no quiere decir que no vayan a existir más tentaciones. Por ello habla de que el cuerpo como tal siempre estará en constante bombardeo, pero el tener ese compromiso con Dios es lo que nos ayudara a soportar cualquier tentación.
Hechos 22:16
“Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre”. (Hechos 22:16)
El bautizarnos para reconocer los pecados y arrepentirnos es algo que debemos estar impulsados a hacer. Dios nos perdona por lo que hemos hecho para dar paso a nuestra nueva vida llamando nos a servir a nuestro creador.
Mateo 28:19-20
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. (Mateo 28:19-20)
Dios constantemente busca hacer cambios en nuestra vida, nos quiere bendecir para que así pueda por medio de nosotros ser una bendición para otras personas. Quiere que reconozcamos nuestros errores y nos arrepintamos para que podamos renacer en él, llevando una vida conforme a sus enseñanzas, ser salvados y vivir en su reino.