La palabra nos menciona en todo momento que nuestro creador es un Dios de bendiciones y prosperidad, que siempre está preocupado por nosotros y acompaña en cada instante. Nosotros como hijos de nuestro padre celestial lo honramos y agradecemos mediante la aplicación de su palabra en nuestra vida diaria.
El actuar de forma correcta y conforme a su propósito nos abre muchas puertas de bendiciones y prosperidad. Tenemos siempre que tener fe que sus caminos son los correctos y aunque no lo notemos con certeza siempre obra en nuestro beneficio.
Podemos liberarnos de todas nuestras cargas y preocupaciones y colocarlas en sus manos, que el encontrara la forma de darnos todo aquello que nos merecemos.
Mejores Versículos de la Biblia sobre Bendiciones y Prosperidad:
Génesis 39:2-3
“Ahora bien, el SEÑOR estaba con José y las cosas le salían muy bien. Mientras José vivía en la casa de su patrón egipcio, este se dio cuenta de que el SEÑOR estaba con José y lo hacía prosperar en todo”. (Génesis 39: 2-3)
Tenerle esa fe incondicional al Señor nos hace prosperar, no refiriéndonos solo a cuestiones económicas, sino a la actitud que tengamos frente a las circunstancias. Nos damos cuenta que mientras confiemos y pongamos nuestras vidas en su manos nada nos va a faltar, ya que él siempre está de nuestro lado cuidándonos.
Éxodo 1:21
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“Y, por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos”. (Éxodo 1:21)
El temor que se le tiene a Dios se explica cómo ese amor y respeto profundo que le tenemos, obedeciendo su palabra y siendo agradecidos con él. La persona que le tiene temor a Dios, es una persona que rechaza la maldad del mundo, siendo recompensado con prosperidad en cualquier ámbito que lo necesite.
Deuteronomio 29:9
“Ahora, cumplan con cuidado las condiciones de este pacto para que prosperen en todo lo que hagan”. (Deuteronomio 29:9)
Cuando nosotros empezamos la vida en Cristo hacemos una promesa con él, lo reconocemos como nuestro padre celestial y él nos reconoce como sus hijos. En la medida en que eso se cumpla nosotros seremos prósperos, porque él nunca nos abandonara. Es una promesa de Dios que en la medida que sigamos su palabra, él nos retribuirá con abundancia.
Deuteronomio 30:9
“Entonces el SEÑOR tu Dios te bendecirá con mucha prosperidad en todo el trabajo de tus manos y el fruto de tu vientre, en las crías de tu ganado y en las cosechas de tus campos. El SEÑOR se complacerá de nuevo en tu bienestar, así como se deleitó en la prosperidad de tus antepasados”. (Deuteronomio 30:9)
Dios siempre está con nosotros a cada paso que demos sin importar nada nunca nos abandona, siendo feliz al vernos en gozo. Notamos como nuestro Señor es devoto a las promesas que le hace a su pueblo otorgándoles prosperidad y bendiciéndoles siempre.
Josué 1:8
“Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito”. (Josué 1:8)
De que otra manera recibiríamos los regalos que nos tiene preparado nuestro padre celestial, sino es conociendo y poniendo en práctica su palabra de forma constante. El obedecerlo, respetarlo y amarlo es nuestra forma de mostrarle gratitud por todas las bendiciones que nos da.
Jeremías 29:11
“Porque yo sé muy bien que planes tengo para ustedes –afirma el SEÑOR-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”. (Jeremías 29:11)
La palabra nos enseña que siempre se preocupa por nosotros, siendo sus pensamientos buenos, por ello debemos confiar en él pese a las circunstancias. Tener la certeza de que está obrando en nuestro beneficio aunque no lo veamos de forma evidente, ya que nunca querrá mal para sus hijos.
Génesis 22:18
“Puesto que me has obedecido, todas las naciones serán bendecidas por medio de tu descendencia”. (Génesis 22:18)
El seguir el camino correcto tiene sus consecuencias, las cuales siempre serán bendecidas por nuestro Dios, pero no solo llegando a nosotros sino a nuestros seres queridos. Así de grande es el favor que nos da cuando lo honramos y obedecemos.
Filipenses 4:19
“Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)
La relación con él tiene que estar basada en la fe de que siempre nos ayudara, podemos pasar situaciones complicadas, pero al final son pruebas que tenemos que pasar. Escalones que nos hará ver y apreciar las bendiciones que siempre nos espera en su sendero.
Deuteronomio 12:28
“Ten cuidado de obedecer todos estos mandamientos que yo te he dado, para que siempre te vaya bien, lo mismo que a tu descendencia. Así habrás hecho lo bueno y lo recto a los ojos del SEÑOR tu Dios”. (Deuteronomio 12:28)
Al seguir de forma correcta la palabra siempre vamos a ser bendecidos, tanto nosotros como los nuestros que disfrutarán de los regalos de Dios. Pero siempre respetando sus mandamientos de forma absoluta y actuando correctamente para con nuestros semejantes.
Lucas 6:27-28
“Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldice, oren por quienes lo maltratan”. (Lucas 6: 27-28)
Al amar incondicionalmente a todos nuestros hermanos, buenos o malos, demostramos un amor incondicional que es el que recibimos de Dios, en ese punto demostramos que somos hijos del altísimo. Viviendo conforme a sus enseñanzas sin importar el trato que recibamos de los demás, seremos personas bendecidas, obteniendo esa paz que solo el Señor provee.
Proverbios 16:3
“Pon en manos del SEÑOR todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán”. (Proverbios 16:3)
Nuestro creador es todo poderoso, en el podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos. Es un Dios Fiel que se preocupa por nosotros en todo momento. Por eso con toda la fe que poseemos pongamos todos nuestros asuntos en sus manos, que él buscara la forma de que prosperemos y seamos bendecidos.