Una de las pruebas más difíciles que nos pone Dios, es la de encontrar el consuelo luego de la muerte de un ser querido. Aunque sabemos que vamos a morir, al momento de tener que enfrentar esta situación la realidad es otra y se nos hace muy difícil aceptarlo. Tratamos de buscar respuestas cuando la verdad es que no las hay.
No te quiero decir que no volverás a sentir dolor al pensar en esa persona que perdiste, pero si te digo que es posible llegar a conseguir el consuelo. Es posible recordar a esa persona con nostalgia y amor, y no con simplemente un dolor inmenso en el pecho. Si has perdido a un ser querido recientemente, espero estos versículos sobre el consuelo te ayuden a conseguir paz en tu corazón.
Mejores Versículos de la Biblia sobre Consuelo cuando Muere un Ser Querido:
2 Corintios 1:3-4
“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren”. (2 Corintios 1:3-4)
¿Qué mejor manera de buscar el consuelo que a través del Señor? Hay situaciones que van más allá del entendimiento humano y solo nos queda aceptarlas. A veces nuestros seres queridos nos intentan ayudar pero no encuentran la manera y no encontramos el consuelo con su ayuda. Por ello, recurre al Señor y a su palabra.
Filipenses 4:13
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“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Filipenses 4:13)
No hay un poder más grande que el poder de nuestro Dios. Nunca dudes de la capacidad del Señor para ayudarte a aceptar una muerte y encontrar el consuelo en tu corazón. Si Dios se ha llevado una persona de tu lado, es porque así tenía que ser y él sabe que podrás superarlo.
Apocalipsis 21:4
“El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó»”. (Apocalipsis 21:4)
Es Dios quien te ayudará a superar cualquier muerte. Él sanará tu dolor y te mantendrá fuerte. Es inevitable el dolor que se siente al dejar ir a una persona que amamos pero si vas de la mano del Señor, el dolor podrá ser más llevadero.
Juan 16:22
“También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar”. (Juan 16:22)
Dios sabe cuánto te ha de doler la muerte, pero no por eso él te ama menos. Él te está esperando en el reino de los cielos junto a tus seres amados, donde alcanzarás una felicidad que nunca terminará.
Eclesiastés 3:1-4
“Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar”. (Eclesiastés 3:1-4)
Este versículo es perfecto para aceptar la ley de la vida: tarde o temprano todos vamos a morir. El hablar de la muerte se ha convertido en un tabú y es por ello que ha muchas personas se nos hace tan difícil superarlas. Gracias a esto, hay personas que nunca llegan a conseguir el consuelo y por ello te recomiendo disfrutar tu vida aceptando que todo tiene su final.
Génesis 24:67
“Y este hizo entrar a Rebeca en su carpa. Isaac se casó con ella y la amó. Así encontró un consuelo después de la muerte de su madre”. (Génesis 24:67)
Refugiarte con los seres que amas luego de haber perdido a un ser querido es una buena manera de encontrar consuelo. No te rindas y recuerda que aún quedan muchas personas en la tierra que te aman y les dolería mucho perderte. Valora a esas personas, pasa tiempo con ellos y disfruta cada momento.
Juan 11:23-26
“Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta le respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día». Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá: y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»”. (Juan 11:23-26)
Si crees en Dios, has de creer en la resurrección. Tus seres amados habrán muerto aquí en la tierra, pero la verdad es que ellos no morirán jamás. Siempre estarán contigo y los recuerdos nunca se borrarán de tu mente y te están esperando en el reino de los cielos.
Romanos 14:8
“Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor: tanto en la vida como en la muerte, pertenecemos al Señor”. (Romanos 14:8)
Debemos de creer en Dios y en su palabra hasta el último de nuestros días y así podremos alcanzar el reino de los cielos. Además, hemos de cumplir sus mandamientos y evitar el pecado, de esta manera siempre perteneceremos a él.
2 Corintios 1:3-4
“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren”. (2 Corintios 1:3-4)
No somos los únicos que hemos perdido a algún ser querido. Recordemos que todas las personas del mundo tarde o temprano morirán, y tienen familiares que estarán sufriendo por su pérdida. Aprendamos a hallar el consuelo y ayudemos a aquellos que aún no lo encuentran.
Salmo 94:19
“Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría”. (Salmo 94:19)
Al orar con fe y pedirle a Dios te llene de consuelo, verás cómo poco a poco la angustia de tu corazón se irá desapareciendo. Pídele a Dios te ayude a aceptar esa muerte y que no te permita volver a olvidar como conseguir consuelo.
Salmo 119:50
“Este es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida”. (Salmo 119:50)
Recuerda las promesas del Señor, recuerda que él te está esperando en el reino de los cielos donde serás feliz eternamente. De igual manera, tus seres queridos que fallecieron han alcanzado esa felicidad y ya no volverán a sentir dolor.