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Significado, Estudio y Explicación del Versículo 32, Capítulo 10, Libro de Hechos del Nuevo Testamento en la Biblia. Autoría: Lucas.
Versículo Hechos 10:32 en la Biblia
‘Envía, pues, a Jope y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual se hospeda en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; cuando llegue, él te hablará».’
Hechos 10:32
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¿Qué significa Hechos 10:32?, su importancia y mensajes que podemos aprender en este versículo:
El contexto de Hechos 10:32
En el libro de los Hechos de los Apóstoles, el capítulo 10 nos narra un hecho impresionante para la iglesia cristiana primitiva que cambiaría su visión de Dios con respecto a los gentiles que hasta ese entonces consideraban impuros. Pedro, uno de los apóstoles de Jesucristo, recibe una visión de Dios en la cual le indica que no considere impuros a los gentiles y a que no se aparte de ellos.
Hechos 10:32 es una parte del llamado de Dios a Pedro para que se dirija a la casa de Cornelio, un centurión romano, quien era un gentil. La petición de Cornelio es que Pedro venga a su casa para compartir con él y su familia, el mensaje de Dios. Entonces Dios le dice a Cornelio que envíe a algunos hombres a Jope para que encuentren a Pedro y le pidan que vaya a su casa. Es precisamente en este versículo que se especifica quién es Pedro, donde se encuentra y donde se aloja.
La importancia del versículo en el mensaje de Dios
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Este versículo es importante en el mensaje de Dios porque revela la voluntad divina. Pedro fue específicamente escogido para llevar el Evangelio a los gentiles, lo cual muestra que ninguna raza ni persona estaba excluida de participar en el proyecto salvífico de Dios. La misión de Pedro de predicar a los gentiles se cumpliría porque Dios lo había llamado abiertamente como se refleja en este versículo.
¿Qué podemos aprender de Hechos 10:32?
1. Que Dios nos llama no solo para una misión específica, sino para un propósito más grande en la vida. Pedro fue llamado para predicar a los gentiles, pero también se le llamó para liderar la iglesia primitiva.
2. Que Dios no hace acepción de personas. Dios no tiene preferencia por una raza, nación o grupo de personas. Todo el mundo es bienvenido en su reino y su propósito es incluir a cada ser humano.
3. Que nuestra misión es compartir el mensaje de amor y salvación de Dios con todos, independientemente de su origen étnico o religioso. En nuestra vida cotidiana debemos estar dispuestos a compartir nuestro testimonio y llevar a otros a Jesús.
Conclusión
En resumen, el versículo Hechos 10:32 es un recordatorio del amor y la misericordia de Dios para con todas las personas. Nos enseña que no debemos tener prejuicios hacia nadie y que debemos estar dispuestos a compartir el Evangelio con todos. Como cristianos, debemos seguir el ejemplo de Pedro y cumplir la misión que Dios tiene para nuestras vidas.
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