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Estudio del Versículo 5, Capítulo 10, Libro de Hechos del Nuevo Testamento de la Biblia. Autoría: Lucas.
Versículo Hechos 10:5
‘Envía, pues, ahora hombres a Jope y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.’
Hechos 10:5
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¿Qué significa Hechos 10:5?, su importancia y reflexiones que podemos aprender con este versículo:
Introducción
El pasaje bíblico de Hechos 10:5 relata la historia de Cornelio, un centurión romano que es visitado por un ángel y se le ordena enviar a algunos de sus sirvientes a Jope para convocar a Simón, también conocido como Pedro, uno de los apóstoles de Jesús. Este versículo es significativo por varias razones, ya que marca un importante cambio en la expansión del cristianismo y es un testimonio de la voluntad de Dios de incluir a todas las personas en su plan de salvación.
Cornelio y su búsqueda de Dios
Cornelio era un centurión romano, un hombre de gran honor y autoridad en su campo, pero también un hombre temeroso de Dios. Había adoptado la creencia en el Dios de los judíos y había generado simpatía entre los habitantes de la región mediante obras de caridad y limosnas. Por lo tanto, él se convirtió en un líder espiritual en su comunidad.
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Su sincera búsqueda de Dios atrajo la atención del Señor y fue elegido para ser instrumental en el plan de salvación de Dios. El ángel del Señor se le apareció, diciéndole que enviara hombres a Jope para traer a Simón Pedro a su casa. Cornelio obedeció y envió a dos de sus sirvientes.
La Revelación de Dios a Pedro
Mientras Cornelio estaba enviando a sus sirvientes, Pedro se encontraba orando en la casa de Simón el curtidor en Jope, en un estado de profunda meditación. Fue entonces cuando recibió una visión del cielo que descendía como un gran lienzo lleno de toda clase de animales, reptiles, y aves.
Un mensaje de voz le dijo: “Levántate, mata y come”. Pero Pedro se negó a hacerlo, porque lo que se le ofrecía eran animales impuros según la ley judía. Entonces una voz le dijo: “No llames impuro a lo que Dios ha purificado”. Este mensaje fue repetido dos veces más y luego, mientras Pedro aún estaba perplejo, se produjo en la casa de Simón el curtidor la llegada de los enviados de Cornelio para pedirle que vaya a su casa.
La Importancia de la Historia de Cornelio
La historia de Cornelio es significativa porque muestra cómo Dios usa personas de diferentes orígenes, razas y culturas para cumplir su plan. Cornelio era un gentil, y como tal no podía entrar en la sinagoga, ni ser enseñado en la ley de Moisés. Pero Dios lo eligió e hizo de él el primer gentil que aceptó el evangelio y se convirtió en seguidor de Cristo.
De hecho, Dios estaba abriendo la puerta para la salvación a todas las personas, no solo a los judíos, sino también a los gentiles, un hecho que cambiaría el rumbo de la historia de la Iglesia. La visión que Pedro tenía sobre los alimentos impuros ya no tenía lugar porque Dios estaba ampliando su plan y su mensaje a través de la inclusión de todas las naciones.
Aplicación en nuestra vida
La historia de Cornelio nos muestra que Dios no hace excepción de personas, Dios nos ama por igual y llama a todos a su reino sin importar raza, condición social, o cultura. Como cristianos debemos aprender a amar a nuestros semejantes y saber que la exclusión de alguien no es parte del plan de Dios.
En conclusión, Hechos 10:5 nos muestra el celo y la obediencia de Cornelio en cumplir la voluntad de Dios, tal como sucedió en la vida de Pedro quien obedeció el llamado y vio en esa visión una razón para anunciar el evangelio a los gentiles. Que nuestra respuesta sea como la de Cornelio y Pedro, obedecer el llamado de Dios y anunciar las buenas noticias a todos los seres humanos.
Descubriendo a Dios: Reflexión Corta sobre Hechos diez cinco
Al reflexionar sobre Hechos 10:5, nos encontramos con un poderoso recordatorio de que el amor de Dios no tiene fronteras. Cornelio, un gentil, nos enseña que la búsqueda sincera de Dios puede llevarnos a encuentros transformadores. Así como él escuchó y obedeció al ángel, nosotros también estamos llamados a abrir nuestro corazón y a compartir las buenas nuevas con todos, sin importar su origen. En un mundo que a menudo divide, este versículo nos invita a ser puentes de amor y aceptación, demostrando que todos somos parte del gran plan de salvación de Dios.
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