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Significado del Versículo 28, Capítulo 21, Libro de Lucas del Nuevo Testamento de la Biblia. Autor: Lucas.
Versículo Lucas 21:28 en la Biblia
‘Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.’
Lucas 21:28
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¿Qué significa Lucas 21:28?, la importancia y lecciones que podemos conocer de este versículo:
La profecía de la redención
El versículo Lucas 21:28 nos habla sobre un momento en el cual comienzan a suceder cosas que nos indican que nuestra redención está cerca. Si tomamos en cuenta el contexto en el que se encuentra este pasaje, podemos entender que Jesús estaba hablando con sus discípulos acerca de las señales que precederían la destrucción del templo en Jerusalén y su segunda venida.
Podemos relacionar esta profecía con nuestras vidas actualmente, ya que es posible que hayamos experimentado situaciones que nos hacen sentir sin esperanza o que nos mantienen en preocupación constante. No obstante, Jesús nos está diciendo que en medio de todas esas cosas debemos mantener nuestra fe y levantar nuestra cabeza, porque nuestra redención está cerca.
¿En qué consiste nuestra redención?
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Para entender mejor la redención a la que se refiere Jesús en este versículo, es importante recordar en qué consistió la obra redentora de Cristo en la cruz. Él nos redimió del pecado y nos reconcilió con Dios, para que podamos tener vida eterna en su presencia. Pero la redención no solamente se trata de lo que Cristo hizo en el pasado, sino también de lo que hace en el presente y lo que hará en el futuro.
En el presente, la redención de Cristo nos da la victoria sobre el pecado y nos da acceso al trono de la gracia. Podemos orar y acercarnos a Dios con confianza, sabiendo que Jesús es nuestro mediador. En el futuro, la redención nos garantiza la vida eterna en la presencia de Dios, donde no habrá más dolor ni sufrimiento.
¿Cómo puede ayudarnos este versículo?
Este versículo nos recuerda que aunque vivimos en un mundo lleno de problemas y sufrimiento, la redención de Cristo es nuestra esperanza. Podemos encontrar consuelo y seguridad en su promesa de volver por nosotros. Además, esto nos impulsa a prepararnos para su segunda venida, viviendo en obediencia y compartiendo el evangelio con otros.
Reflexiones sobre el versículo
Cuando reflexionamos sobre este versículo, podemos notar la importancia de tener una actitud de fe y confianza en Dios, aun en medio de las situaciones difíciles que podamos enfrentar. En lugar de dejar que la desesperación nos consuma, debemos levantar nuestra cabeza y saber que nuestra redención está cerca.
También podemos pensar en cómo nuestras acciones y decisiones en la vida pueden estar afectando nuestra preparación para la segunda venida de Cristo. Es importante mantener nuestra fe y vivir en obediencia, recordando que nuestra redención está cerca y que debemos estar listos para ese momento.
Cómo aplicar el versículo en nuestra vida
Podemos aplicar este versículo en nuestra vida recordando que nuestra esperanza se encuentra en la redención de Cristo. Debemos tener una actitud de fe y confianza, sabiendo que aunque vivimos en un mundo lleno de problemas, Dios es nuestro refugio y fortaleza.
Además, podemos prepararnos para la segunda venida de Cristo viviendo obedientemente y compartiendo el evangelio con otros. Debemos estar alerta y vigilantes, sabiendo que nuestra redención está cerca y que podemos encontrarnos con Jesús en cualquier momento.
En resumen, Lucas 21:28 nos recuerda que la redención de Cristo es nuestra esperanza y podemos encontrar consuelo en él, aun en medio de las situaciones difíciles de la vida. Debemos mantener nuestra fe y estar listos para su segunda venida, viviendo obedientemente y compartiendo el evangelio con otros.
Esperanza y Fe: Reflexión Corta
En cada rincón de nuestra vida, a veces nos enfrentamos a desafíos que pueden oscurecer nuestra mirada y hacer que nos sintamos perdidos. Sin embargo, en medio de la tempestad, hay un susurro de esperanza que nos invita a levantar la cabeza y recordar que siempre hay luz al final del camino. Cada dificultad puede ser una oportunidad para fortalecer nuestra fe y aferrarnos a la certeza de que no estamos solos. La promesa de redención nos abraza y nos recuerda que, con amor y perseverancia, nos acercamos cada día más a la plenitud que Dios tiene para nosotros.
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